domingo, 12 de abril de 2020

Domingo de Pascua de la Resurrección del Señor - Lo esencial es invisible a los ojos, pero se ve con el corazón. Pascua de resurrección es una experiencia de fe, que nos ayuda a afirmarnos en lo honrado de la vida y a aferrarnos en lo que tiene de alternativo el Evangelio. Es abrir la vida de par en par a la salvación: acogerla como un regalo y asumirla como una tarea. Jesús siempre será nuestro ejemplo de referencia: él pasó haciendo el bien y curando..., porque estaba ungido por la fuerza del Espíritu y Dios estaba con él...

Comentario: Lo esencial es invisible a los ojos, pero se ve con el corazón. Pascua de resurrección es una experiencia de fe, que nos ayuda a afirmarnos en lo honrado de la vida y a aferrarnos en lo que tiene de alternativo el Evangelio. Es abrir la vida de par en par a la salvación: acogerla como un regalo y asumirla como una tarea. Jesús siempre será nuestro ejemplo de referencia: él pasó haciendo el bien y curando..., porque estaba ungido por la fuerza del Espíritu y Dios estaba con él. Por tanto, Pascua es ponerse del lado de la vida, siendo testigos y arrimando el hombro en la construcción y mejora de la sociedad. Muchas personas de la Iglesia dan ejemplo de atender a los últimos, de cuidar a los más desfavorecidos, de acompañar y curar a enfermos disminuidos, terminales... Pocas instituciones civiles apoyan estos ámbitos de la manera que lo hace la Iglesia. Pascua es buscar en todo los bienes de arriba, es decir, lo que provoca la dignidad de las personas, lo que levanta la moral y lo que mantiene la estatura adulta de la fe. Actualmente nosotros somos los testigos, impactados por la fe, para comunicar la verdad de Jesús y la potencia de su resurrección. Hemos de saber decir con hechos y palabras que Jesús es el cimiento de la nueva historia, la piedra angular del nuevo edificio social. El que escucha sus palabras y las pone en práctica edifica sólidamente... P. Octavio Hidalgo

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