lunes, 27 de febrero de 2017

MIERCOLES DE CENIZA

En esta fecha los católicos tienen un día de ayuno, y se realiza la imposición de ceniza a los fieles que asisten a Misa. Marca el inicio a la Cuaresma (40 días de preparación para la Pascua), que comienza el Miércoles de Ceniza y termina en la tarde del Jueves Santo. COMENTARIO Con el Miércoles de Ceniza comenzamos la preparación para la Pascua. Nos preparamos para vivir, como conviene, el gran acontecimiento de la Historia de la Salvación: el paso de la muerte a la vida de Cristo con toda su transcendencia y motivación. La Iglesia nos recuerda que esta preparación consiste en buscar una conversión cada vez más sincera y perfecta mediante la meditación profunda de la Palabra de Dios, la vivencia de los sacramentos, la oración, las privaciones voluntarias —de las que son un ejemplo el ayuno y la abstinencia— y la renuncia al egoísmo. Se trata de poner todos los medios en juego para ahondar y avanzar en el vivir cristiano. La Cuaresma es una ocasión propicia para reforzar convicciones y compromisos; por ejemplo, austeridad frente a consumismo, pensar bien de los demás frente a hablar mal de ellos, no creernos los mejores y pensar que los malos son los otros, etc. Haremos muy bien, además, si nos echamos a la cara las Bienaventuranzas (Mt 5,2-12); en ellas encierra Jesús el ideal cristiano. Según ellas, ¿qué nos falta?, ¿qué nos sobra? Junto a la ceniza, además del Cirio pascual recordándonos el cambio a ser criaturas nuevas, tenemos una flor que simboliza una vida renovada, sana, resucitada. Conversión es seguir a Jesús de Nazaret, dejarnos transformar por su Espíritu. En la vida se nos presentan ocasiones para mejorar. La Cuaresma y la Pascua nos recuerdan el talante de renovación que debemos mantener a lo largo de todo el año. P. Octavio Hidalgo, C.Ss.R.

sábado, 25 de febrero de 2017

VIII Domingo del Tiempo Ordinario - El que busca el Reino de Dios descarta otros ídolos con sus cultos y adopta la mentalidad evangélica con sus ideales: solidaridad generosa, dignidad y derechos humanos en todo momento, cambiar de raíz sistemas y estructuras que no ayudan a vivir felizmente, etc… Todo lo demás, que tanto nos agobia y es tan necesario, vendrá como algo lógico y derivado. Por ejemplo, es muy importante comer; pero es más importante crear las condiciones para que podamos comer todos, aunque algunos tengamos que comer menos...

COMENTARIO.- "A Dios nadie lo ha visto" (Jn 1,18), dice San Juan. Sólo podemos hablar de Él por medio de símbolos, comparaciones o figuras semejantes. Un símbolo que usamos frecuentemente es el padre. Pero es un símbolo parcial. Dios también es madre; y más que madre, pues, "aunque una madre se olvidara de sus hijos, yo nunca me olvidaré", revela Dios. Esa sensibilidad materna de Dios la respira y la comunica Jesús especialmente: ¿por qué andáis agobiados pensando qué vais a comer, qué vais a beber, o con qué os vais a vestir? Él, creyente radical y confiado, que no tiene donde reclinar la cabeza (Mt 8,20), está convencido de que las personas somos para Dios mucho más importantes que los pájaros, la hierba o los lirios del campo. Y si a éstos los cuida, cuánto más a nosotros. En su afán de pregonar la doctrina redentora, Jesús interroga acerca de lo que es principal y decisivo. Su primera aclaración es contundente: "Nadie puede estar al servicio de dos amos". Su propuesta es que aceptemos a Dios como único Señor; que nada ni nadie lo suplante. A renglón seguido, presenta estas otras indicaciones: que confiemos en Dios, al menos como los pájaros y los lirios, y que no nos calentemos la cabeza con agobios innecesarios. Entendamos bien: Jesús nunca ha sido partidario de la pasividad ni de la resignación; al contrario, ha sido tan luchador como el que más. Lo que propone es concentrar la energía en lo que es primero y decisivo: el Reino de Dios y su justicia. Si Dios es nuestro único Señor, todo lo demás vendrá por añadidura. El que busca el Reino de Dios descarta otros ídolos con sus cultos y adopta la mentalidad evangélica con sus ideales: solidaridad generosa, dignidad y derechos humanos en todo momento, cambiar de raíz sistemas y estructuras que no ayudan a vivir felizmente, etc… Todo lo demás, que tanto nos agobia y es tan necesario, vendrá como algo lógico y derivado. Por ejemplo, es muy importante comer; pero es más importante crear las condiciones para que podamos comer todos, aunque algunos tengamos que comer menos. En resumen, si hacemos Reino de Dios, generamos verdadera fraternidad, impulsamos un verdadero progreso y el bienestar será común y generalizado. P. Octavio Hidalgo, C.Ss.R.

domingo, 19 de febrero de 2017

VII Domingo del Tiempo Ordinario - "¿No sabéis que sois templos de Dios y que el Espíritu habita en vosotros?". Esta experiencia, a la que alude San Pablo, es la mejor onda para captar la mentalidad de Jesús. Sin esta experiencia religiosa y sin la sabiduría del corazón, no es posible entender el Evangelio en toda su hondura y plenitud. Jesús nos dice que la mejor referencia para ser verdaderamente dignos es el propio Dios Padre, sorprendentemente generoso, "que hace salir el sol sobre malos y buenos y manda la lluvia a justos e injustos"...

COMENTARIO: "¿No sabéis que sois templos de Dios y que el Espíritu habita en vosotros?". Esta experiencia, a la que alude San Pablo, es la mejor onda para captar la mentalidad de Jesús. Sin esta experiencia religiosa y sin la sabiduría del corazón, no es posible entender el Evangelio en toda su hondura y plenitud. Jesús nos dice que la mejor referencia para ser verdaderamente dignos es el propio Dios Padre, sorprendentemente generoso, "que hace salir el sol sobre malos y buenos y manda la lluvia a justos e injustos". Nos será imposible asimilar el Sermón de la Montaña, si funcionamos con otra mentalidad. Por ejemplo, existe la dinámica de la venganza; "me la has hecho, pero me la pagarás"; la mentalidad del contrato: "me has regalado tal cosa y ¿ahora cómo te lo pago yo?". También oímos o decimos: "nadie me puede pedir nada, porque no debo nada a nadie". La espiritualidad de Dios es completamente distinta. Él es pura gratuidad, desbordamiento de amor ilimitado: donde abundó el pecado, sobreabundó la misericordia redentora. El ideal del Sermón de la Montaña va al fondo, al núcleo de la persona; coloca al ser humano frente a su honestidad y lo impulsa hacia el horizonte ilimitado de la perfección: amor sin límites, incluso a los enemigos; misericordia y perdón sin recorte alguno; respeto exquisito; ejemplo constante; transparencia en todo; responsabilidad al cien por cien; es, decir vibración según la santidad de Dios. Él es siempre el modelo, la medida que no tiene medida. ¿El Evangelio coloca el listón muy alto? Así es la santidad. P.Hidalgo

sábado, 11 de febrero de 2017

VI Domingo del Tiempo Ordinario - Las páginas del Sermón de la Montaña presentan el estilo alternativo de Jesús. Él tiene claro que hay que ser mejores que los letrados y fariseos para entrar en el Reino de los Cielos. Aquellos profesionales de la religión basaban la perfección en cumplir los mandamientos, lo que se nos ha enseñado a muchos. A Jesús no le parece poco, pero entiende que no es suficiente. A sus seguidores les pide más, les pide un mayor nivel de santidad y de respuesta al Espíritu...

COMENTARIO: De muchas maneras Dios se ha ido revelando a lo largo de la historia. Lo hizo antes de Jesús. Lo hizo culminantemente en Jesús y lo sigue haciendo por medio del Espíritu. La revelación plena está concentrada en Jesús. Él respeta y asume la tradición religiosa de su pueblo. Critica todo aquello que no ayuda a la dignidad personal y colectiva de las personas. Pero no es rompedor de ninguna tradición que ayude a vivir; más aún, quiere que se cumpla hasta el último punto. Sin embargo, deja muy claro que hace falta motivar más, hacer propuestas más exigentes, llevar cuanto existe a la plenitud. No ha venido a echar por tierra el pasado, como si la historia comenzara en Él, pero sí a dar plenitud, porque concentra más sabiduría que todos los profetas anteriores. Las páginas del Sermón de la Montaña presentan el estilo alternativo de Jesús. Él tiene claro que hay que ser mejores que los letrados y fariseos para entrar en el Reino de los Cielos. Aquellos profesionales de la religión basaban la perfección en cumplir los mandamientos, lo que se nos ha enseñado a muchos. A Jesús no le parece poco, pero entiende que no es suficiente. A sus seguidores les pide más, les pide un mayor nivel de santidad y de respuesta al Espíritu. El llamado “joven rico" es un caso típico de los que cumplen lo que manda la tradición y se paran en los mandamientos; cuando Jesús le pide algo más, no es capaz de seguirlo. El mensaje de Jesús, encabezado por las Bienaventuranzas, es un modo de vida más radical que da plenitud y reviste de nueva mística a todo lo anterior. Por otro lado, hay un motivo anual por estas fechas que conviene resaltar: la Campaña contra el Hambre. Hagamos una reflexión corta, pero profunda: — Se suele valorar la cultura del progreso. Pero el progreso es discutible si no llega a todos. — Socialmente se comenta: tanto tienes, tanto vales; pero ¡qué falso es su contenido! — Políticamente hay demasiada corrupción y cuesta separar el 0,7 para los pobres y hambrientos. — Para muchos el dinero es como un dios. Todavía sigue habiendo falsos dioses... Nosotros, ¿qué podemos hacer?: — Mayor austeridad: consumir menos para compartir más. — No malgastar ni tirar, sino aprovechar. — Crear opinión y colaborar en campañas como ésta. — Y orar. Sin la espiritualidad del Evangelio difícilmente lograremos un mundo justo y solidario. P.Hidalgo.

jueves, 9 de febrero de 2017

La Jornada Mundial del Enfermo “aporta a la Iglesia fuerza espiritual para realizar mejor esta misión esencial…” (Papa Francisco)

Síntesis del Mensaje del Papa para la jornada “El próximo 11 de febrero se celebrará en toda la Iglesia y, especialmente, en Lourdes, la XXV Jornada Mundial del Enfermo, con el lema “El asombro ante las obras que Dios realiza: “El Poderoso ha hecho obras grandes por mí…”(Lc 1,49). Esta Jornada, instituida por mi predecesor san Juan Pablo II, en 1992, y celebrada por primera vez precisamente en Lourdes el 11 de febrero de 1993, constituye una ocasión para prestar especial atención a la situación de los enfermos y de todos los que sufren en general; y, al mismo tiempo, es una llamada dirigida a los que se entregan en su favor, comenzando por sus familiares, los agentes sanitarios y voluntarios, para que den gracias por la vocación que el Señor les ha dado de acompañar a los hermanos enfermos. Además, esta celebración renueva en la Iglesia la fuerza espiritual para realizar de la mejor manera posible esa parte esencial de su misión que incluye el servicio a los últimos, a los enfermos, a los que sufren, a los excluidos y marginados (cf. Juan Pablo II, Dolentium hominum). Los encuentros de oración, las liturgias eucarísticas y la unción de los enfermos, la convivencia con los enfermos y las reflexiones sobre temas de bioética y teológico-pastorales que se celebrarán en aquellos días en Lourdes ( y en otros muchos lugares) darán una aportación nueva e importante a ese servicio.” “Con motivo de la XXV Jornada Mundial del Enfermo, renuevo, con mi oración y mi aliento, mi cercanía a los médicos, a los enfermeros, a los voluntarios y a todos los consagrados y consagradas que se dedican a servir a los enfermos y necesitados; a las instituciones eclesiales y civiles que trabajan en este ámbito; y a las familias que cuidan con amor a sus familiares enfermos”.

sábado, 4 de febrero de 2017

Ser sal y ser luz son dos preciosas imágenes que reflejan muy adecuadamente el testimonio y la militancia de los cristianos. Son dos expresiones simbólicas de potente significado para que el Padre del cielo reciba la gloria que se merece. El carnet de identidad de todo cristiano debe contener estos dos indicadores. No es lógico que un seguidor de Jesús sea soso, insípido, sin sabor ni condimento, sin fuerza vital. Tampoco es comprensible un cristiano apagado, sin destellos ni luminosidad...

En ocasiones nos preguntamos qué debemos hacer para ser auténticos cristianos. El autor de la primera lectura dice que la fidelidad a Dios se mide por el amor efectivo al prójimo. Esto lo recalca Jesús y lo expresan contundentemente teólogos del Nuevo Testamento como San Juan: "Quien no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor... Él nos amó primero. Si alguien dice: 'Amo a Dios' y aborrece a su hermano, es un mentiroso; pues quien no ama a su hermano a quien ve, no puede amar a Dios a quien no ve" (1 Jn 4,8.19-20). Los cristianos tenemos la suerte de contar con la sabiduría de la fe para actuar con sensibilidad. Jesús nos resume el mensaje de las Bienaventuranzas con tres propuestas convergentes: — "Vosotros sois la sal de la tierra". — "Vosotros sois la luz del mundo". — "Alumbre así vuestra luz a los hombres para que... den gloria a vuestro Padre que está en el cielo". Ser sal y ser luz son dos preciosas imágenes que reflejan muy adecuadamente el testimonio y la militancia de los cristianos. Son dos expresiones simbólicas de potente significado para que el Padre del cielo reciba la gloria que se merece. El carnet de identidad de todo cristiano debe contener estos dos indicadores. No es lógico que un seguidor de Jesús sea soso, insípido, sin sabor ni condimento, sin fuerza vital. Tampoco es comprensible un cristiano apagado, sin destellos ni luminosidad. Ser sal equivale a dar sentido, alegría, contenido y esperanza al vivir diario; equivale a vivir con espiritualidad, con garra militante, para que a través del testimonio y del compromiso muchos descubran y glorifiquen al Padre común. Ser luz quiere decir que nuestro vivir y nuestro hablar han de alumbrar humana y cristianamente. Es luz el amor que expresamos, la solidaridad que tenemos, el ánimo que transmitimos, los servicios que hacemos, la espiritualidad que respiramos, los compromisos que mantenemos, el trabajo que desarrollamos responsablemente, la alegría que contagiamos, la mística que comunicamos, etc. En definitiva, nuestra vida alumbra si transparenta de una manera natural el espíritu de las Bienaventuranzas. En resumen, conviene que nos preguntemos: ¿Somos sal? ¿Somos luz? ¿Sorprende nuestra vida para que otros descubran y glorifiquen al Padre del cielo? Meditémoslo. P.Hidalgo

Asistimos al acto del homenaje a Concepción Arenal y "Galegas destacadas 2017 " en el Pazo Museo Quiñones de León

Acto en el Pazo Museo Quiñones de León homenaje a Concepción Arenal y la entrega del Galardón de Gallega destacada 2017 , en la foto con el Alcalde de Vigo D. Abel Caballero, Sandy Matos de la directiva de la Asociación Africana en Vigo A.I.D.A y Luisi Motta León SubDelegada Diocesana de las Migraciones Tuy Vigo. Acto en el Pazo Museo Quiñones de León. Homenaje a Concepción Arenal y entrega del premio 'Galegas destacadas 2017 organizado por la Asociación de Mulleres "Diálogos 90" Luisi Motta León(Lima Perú) y Sandy Matos (Africa)con la Concejala Isaura Abeleiras Rodríguez y el Concejal de Vigo Angel Rivas. Homenaje a Concepción Arenal y "Galegas destacadas 2017" en el Pazo Quiñones de León