domingo, 30 de abril de 2017

III Domingo de Pascua - Aquellos discípulos, que iban a la aldea de Emaús, se alejan de la comunidad. Parece que son de los que están de vuelta, de los que se desapuntan... Del contacto con Jesús sólo les quedan bellos recuerdos: "era bueno, poderoso en obras y palabras; pero hace tres días que ha muerto". No obstante, caminan con dudas e interrogantes en su interior que necesitan seguir comentando...

La experiencia de la resurrección provoca en los apóstoles la urgencia de anunciar a Jesús. Así lo hace Pedro con los once discípulos y así lo debemos hacer también actualmente. Hemos sido rescatados con el precio de la sangre de Cristo. Ha sido un rescate de gran costo, como para no tomar a la ligera nuestro proceder en esta vida. Pero lo más ilustrativo de este domingo es el relato evangélico: La experiencia de la fe y la adhesión a la comunidad están amenazadas por las crisis, que tienen su momento peculiar en cada persona. Aquellos discípulos, que iban a la aldea de Emaús, se alejan de la comunidad. Parece que son de los que están de vuelta, de los que se desapuntan... Del contacto con Jesús sólo les quedan bellos recuerdos: "era bueno, poderoso en obras y palabras; pero hace tres días que ha muerto". No obstante, caminan con dudas e interrogantes en su interior que necesitan seguir comentando. Por el agobio que sienten y por la falta de claridad que tienen, buscan, discuten... Necesitan soltar la tensión. Con estas sensaciones y de espaldas a la comunidad, Jesús se les acerca y se une a su andanza desertora. De entrada, les escucha. En aquellos discípulos permanece la inquietud. Parece que quieren llegar al fondo de la verdad: ¿Verdaderamente ha resucitado? ¿Es Él el Mesías salvador que el pueblo esperaba? ¿Tiene sentido seguirlo? Escuchándolos y en sintonía con su enredo mental y existencial, Jesús va al grano de su crisis, al fondo de su problema. Intenta iluminarlos con la Palabra, siguiendo el hilo de argumentación del que ellos han tirado: “Nosotros esperábamos que él fuera el futuro liberador...". Curiosamente no les invita a rezar. Ellos todavía no lo reconocen. La conversación va ganando en interés. La compañía de Jesús les va despejando la mente y calentando el corazón. Crece la simpatía, hasta el punto de decirle: "Quédate con nosotros”. Y es en el símbolo solidario de la mesa, en el gesto de partir el pan donde lo reconocen. Ya en este momento les ardía el corazón y ven con toda claridad. Como todos los verdaderamente tocados y convencidos por el impacto de Dios, sienten que los descoloca, entienden que deben desandar el camino y regresar a la comunidad. Ésta se prepara para la misión. El Camino de Emaús es una extraordinaria catequesis, realista y aplicable a muchas personas. P. Octavio Hidalgo, C.Ss.R.

sábado, 22 de abril de 2017

FESTIVAL DIOCESANO DE LA CANCIÓN MISIONERA 2017 EN VIGO - DIA: SÁBADO 22 DE ABRIL.

ACTUACIÓN DEL CORO DE INMIGRANTES "ALMA , CORAZÓN Y VIDA"

II Domingo de Pascua o de la Divina Misericordia - El libro de Hechos de los Apóstoles describe con cuatro trazos el clima de la primera Iglesia vivificada por el Espíritu Santo. Se trata de un texto vibrante, gráfico y condensado, de un resumen descriptivo del ideal auténtico, genuino y valioso de los primeros cristianos de Jerusalén. Hoy tenemos que decir que el sentido comunitario no ha perdido actualidad. Las diferentes ciencias humanas siguen afirmando que el ser humano se hace persona permaneciendo en comunión con los otros. La teología remarca igualmente que el plan de Dios es comunitario y no individual. La común adhesión a Jesucristo conduce a una profunda comunión...

COMENTARIO.- El libro de Hechos de los Apóstoles describe con cuatro trazos el clima de la primera Iglesia vivificada por el Espíritu Santo. Se trata de un texto vibrante, gráfico y condensado, de un resumen descriptivo del ideal auténtico, genuino y valioso de los primeros cristianos de Jerusalén. Hoy tenemos que decir que el sentido comunitario no ha perdido actualidad. Las diferentes ciencias humanas siguen afirmando que el ser humano se hace persona permaneciendo en comunión con los otros. La teología remarca igualmente que el plan de Dios es comunitario y no individual. La común adhesión a Jesucristo conduce a una profunda comunión. Según el libro de Hechos, aquella comunidad de Jerusalén se fortalecía en la común-unión, de manera que "vivían unidos, lo tenían todo en común y repartían según la necesidad de cada uno". Aquella comunidad se nutría también "con la enseñanza de los apóstoles, en la fracción del pan y en las oraciones". Está claro que los esquemas y pilares del Reino de Dios chocan frontalmente con el individualismo de todos los tiempos. Por eso el dinamismo misionero nos urge. Las palabras de Jesús son de actualidad: "Como el Padre me ha enviado, así os envío yo. Recibid el Espíritu Santo". Vivimos en la historia. Y el objetivo cristiano es lograr lo más posible en la historia el ideal de la primera lectura. Lo bueno del ideal es que atrae sin límites. No todas las parroquias y comunidades hacen presente este ideal. Si lo intentamos, estamos en la línea práctica de la resurrección. P.Hidalgo.

domingo, 16 de abril de 2017

El destino de Jesús es símbolo para todos nosotros, también hijos de Dios. La Pascua nos recuerda y nos vuelve a proponer el estilo genuino y decente de los cristianos.

COMENTARIO: Amigos, este mundo tiene arreglo. Todo tiene arreglo, porque en la resurrección de Jesucristo se levanta la moral y el ánimo por la vida, se refuerza la energía humana y crecen hasta el infinito todas las esperanzas. Dios apuesta por ello. Hay solución si damos responsablemente los pasos que nos marca la Pascua: pasar de la muerte a la vida, de la condición rastrera al talante del espíritu. El destino de Jesús es símbolo para todos nosotros, también hijos de Dios. La Pascua nos recuerda y nos vuelve a proponer el estilo genuino y decente de los cristianos. Por eso, singularmente en esta noche, es lógico y necesario preguntarse: ¿Qué pasos tengo que dar? ¿De qué me tengo que desprender? Hemos de estar animados siempre por aquella experiencia creyente que resume muy bien el Evangelio de San Juan: "Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Hijo único, para que no perezca ninguno de los creen en él, sino que tengan vida eterna" (Jn 3,16). El acierto y la responsabilidad está en acercarse a la luz. Los que no quieren la salvación detestan la luz, y no se acercan a la luz, para no verse acusados por sus obras. En cambio, si anhelamos la verdad, nos acercamos a la luz, porque no tenemos ningún reparo en que se vean nuestras obras (cf. Jn 3-20-21). Recordemos que en esto consiste el desquite original de nuestro Dios: tiene la santa manía de que la sociedad sea de otra forma. La Tierra Nueva es posible con el espíritu de las Bienaventuranzas. Ésta es la mejor y la más sana de las rebeldías. Ninguna otra concuerda con el Resucitado. Amigos, tenemos a la vista la primavera del Evangelio. Vivir de primavera le pega a la Pascua cristiana. P. Octavio Hidalgo, C.Ss.R.

domingo, 9 de abril de 2017

PARTICIPACIÓN EN LA PROCESIÓN DOMINGO DE RAMOS EN VIGO GALICIA ESPAÑA

Autoridades Estandarte PUERTA DEL SOL DANIELA, SANDY Y LUISI CON EL ESTANDARTE DE LA HERMANDAD SEÑOR DE LOS MILAGROS PARTICIPANDO EN LA PROCESIÓN DOMINGO DE RAMOS. PROCESIÓN

El domingo de Ramos representa el claroscuro de la suerte de Jesús: triunfo y humillación, aclamación y sentencia, aplauso y pasión. Aquel día, mientras unos alababan al Altísimo y al profeta de Nazaret, otros, los dirigentes religiosos, lanzaban la última trama para acabar con Él. Y lo consiguieron retorciendo argumentos y engañando al pueblo. El ambiente se enrareció. Y hasta los discípulos huyeron sobrecogidos de miedo. Tan sólo su madre, Juan y algunas mujeres demostraron comunión y valentía...

Comentario.- El domingo de Ramos es el pórtico de la semana grande del año litúrgico. Es un día en el que resalta un contraste: Por una parte, se conmemora la entrada sencilla y pacífica de Jesús en Jerusalén entre aplausos y aclamaciones; por otra, se evoca el rechazo y la condena de Jesús. Esta entrada de Jesús, como profeta y mesías, acentuó la crítica ante el montaje religioso que se había establecido. Jesús denunció el mal uso que se hacía del templo y de la ley, se enfrentó con los que se aprovechaban del sentimiento religioso de la gente; por eso resultaba cada vez más incómodo y molesto para la clase dirigente. Por tanto, había que eliminarlo sin más espera. El domingo de Ramos representa el claroscuro de la suerte de Jesús: triunfo y humillación, aclamación y sentencia, aplauso y pasión. Aquel día, mientras unos alababan al Altísimo y al profeta de Nazaret, otros, los dirigentes religiosos, lanzaban la última trama para acabar con Él. Y lo consiguieron retorciendo argumentos y engañando al pueblo. El ambiente se enrareció. Y hasta los discípulos huyeron sobrecogidos de miedo. Tan sólo su madre, Juan y algunas mujeres demostraron comunión y valentía. Muchos de los que hoy nos decimos cristianos, a la hora de la verdad, somos igualmente miedosos y cobardes. Lamentamos que Judas traicionara a Jesús, que Pedro lo negara, que los demás discípulos se ocultaran y lo dejaran sólo... ¿Qué hubiéramos hecho nosotros? ¿Habríamos arriesgado por Jesús? ¿Hasta qué punto nos convence la espiritualidad de la cruz? Seguir a Jesús hasta el Calvario sigue siendo para todos una asignatura pendiente. Probablemente pensemos que para seguirlo en la vida ordinaria no hace falta pagar un precio tan alto. Sin embargo, Jesús, como creyente, nos deja este gran ejemplo: la obediencia a Dios no tiene fronteras. Vivamos, pues, con reflexión y responsabilidad estos días de la Semana Santa. Para un cristiano nunca pueden ser simples días de vacaciones. P.Octavio Hidalgo.

domingo, 2 de abril de 2017

EN LA FIESTA DE LA RECONQUISTA DE VIGO DOMINGO 2 DE ABRIL DEL 2017

Como todos los años, Vigo vuelve a rememorar su Reconquista: el alzamiento popular del 28 de marzo de 1809, que la convertiría en la primera localidad de Europa que lograba expulsar al ejército francés. Las tropas napoleónicas han abandonado en barco la ciudad olívica una vez que los Cachamuíña y Carolo se han puesto al frente, una vez más, de la revuelta popular. MANUEL, BETSY , NONY DE URUGUAY, HENRY , LUISI DE PERÚ, AZUCENA DE ARGENTINA, LAS NIÑAS AYMARITA Y MARICIELO (GALEGO PERUANAS) Y BEGO DE VIGO. EN LA FOTO CECILIA (MÉXICO)LUISI (PERÚ) Y MARIA DE GALICIA LUISI GALLEGAS TEJEDORAS ACTUACIÓN - ENTRADA DE LOS FRANCESES ACTUACIÓN RECONQUISTA 2017 ACTUACIÓN RECONQUISTA 2017 PARTICIPACIÓN 14 ACTUACIÓN GALLEGOS 2017 ALCALDE DE VIGO ALCALDE SALIDA A LA PLAZA ACTUACION

V Domingo de Cuaresma - La espiritualidad es una condición natural en la vida de las personas; interesa a la salud y tiene mucho que ver con la mejora de los ambientes. Nada mejor que ser espiritual para encontrarse profundamente feliz. Si el ser humano es constitutivamente espiritual, quiere decir que es esencialmente vida, inspiración para existir con orientación divina. Sin el espíritu, la existencia humana carece de algo peculiar que la eleva y la dota de gran capacidad...

Por tanto, el ser humano tiene vocación espiritual. En el fondo de cada persona late esta necesidad. Es una dimensión apasionante, que compromete y complica, pero que también mejora la calidad de vida. Si hacemos caso al espíritu, vivimos; si nos desentendemos de él, nos deterioramos. No hay madurez si uno se deja llevar por la carne. Es cierto que vivimos la espiritualidad amenazada por la concupiscencia. Pero uno es verdaderamente maduro cuando es dócil al Espíritu, cuando persiste en la conversión de la mente y del corazón, cuando tiene un compromiso radical por Dios y por el mundo, es decir, cuando su vida rezuma caridad. Siempre tendremos en la Iglesia una referencia de correcta espiritualidad en Jesús. El fue altamente espiritual, se dejaba conducir por el Espíritu. Venciendo la debilidad en su propia carne, se constituyó en Redentor de las debilidades ajenas. Ello fue posible por el sentido pascual que dotó a toda su vida. Por eso, es conveniente y sano confrontar nuestra espiritualidad con la de Jesús. El no la vivió sólo hacia dentro, sino que la desplegó por la calle, le impulsó al compromiso misionero y social. P. Octavio Hidalgo, C.Ss.R.