domingo, 29 de octubre de 2017

En algunas comunidades se resalta más el amor al prójimo que el amor a Dios. Para Jesús lo primero y principal es amar a Dios con todo el corazón, con toda el alma y con todo el ser. Sin duda que éste garantiza el amor al prójimo, mientras que no siempre está claro al revés. Sucede con relativa frecuencia que sin amor a Dios nos quedamos sin ninguno...

Más de una vez hemos oído lemas o consignas que suenan así; lo afectivo es lo efectivo, el mal se vence con el bien. Es claro que no hay mejor energía para la psicología humana y para la convivencia que la potencia del amor. Con amor y amistad se encaran valientemente todas las dificultades. El pueblo israelita había sufrido una fuerte opresión durante su larga estancia en Egipto. La experiencia le aconseja no repetir los mismos errores. El futuro de su historia deberá ser diferente. Del amor de Dios que lo ha liberado brotan unas normas que encierran un ideal: el amor a Dios y el amor al prójimo. "Esto dice el Señor: no oprimirás ni vejarás al forastero, no explotarás a viudas y huérfanos, no serás usurero...". La ley judía en tiempos de Jesús contenía 613 mandamientos; para los judíos, todos eran importantes, aunque lógicamente unos tenían más densidad que otros. En una ocasión, unos fariseos le preguntan a Jesús con torcidas intenciones por el mandamiento principal. Él recoge la mejor tradición y hace un resumen estupendo. No se concibe el amor a Dios sin el amor al prójimo. Por eso el mandamiento principal y, en definitiva, el único, es doble, porque el amor a Dios es inseparable del amor al prójimo. Según nos enseñaron a muchos, la bondad se demuestra cumpliendo los mandamientos. Actualmente pensamos que las bienaventuranzas los complementan y van, incluso, más lejos. En todo caso, para nosotros lo principal y decisivo es cumplir el resumen de todos los mandamientos: amar a Dios con todo el ser y al prójimo con semejante energía. Este valor es altamente testimonial en una comunidad cristiana. Es lo que le da consistencia. Lo que no es amor la interrumpe y la degrada. En algunas comunidades se resalta más el amor al prójimo que el amor a Dios. Para Jesús lo primero y principal es amar a Dios con todo el corazón, con toda el alma y con todo el ser. Sin duda que éste garantiza el amor al prójimo, mientras que no siempre está claro al revés. Sucede con relativa frecuencia que sin amor a Dios nos quedamos sin ninguno. P.Hidalgo

domingo, 22 de octubre de 2017

Participación de Dña.Cecilia Gamarra hoy Domingo 22 de Octubre en el Tercer Dia de la Novena en honor al Señor de los Milagros H.S.M.V. , y su hijo Fabricio que leyó evocando a la Virgen de la Nube.

Dios es infinitamente más que el César. Es lo que apunta la primera lectura: "Yo soy el Señor y no hay otro". Por eso, al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios...

COMENTARIO: Con qué sencillez y precisión describe la segunda lectura la misión evangelizadora: "cuando se proclamó el Evangelio entre vosotros no hubo sólo palabras, sino además fuerza del Espíritu Santo y convicción profunda". Para evangelizar con impacto nada mejor que rebosar espiritualidad. El misionero, aquí y allá, es un testigo que habla de la abundancia que lleva en el corazón. El pasaje evangélico tiene como trasfondo la realidad nacionalista que se vivía en tiempos de Jesús. Algunos fariseos consideran que ésta es una cuestión oportuna para ponerlo en un aprieto: que se defina políticamente, a favor del régimen establecido o a favor de la resistencia contra el invasor. Digamos, de paso, que en todo tiempo y lugar ha habido gente tramposa. Jesús lo experimentó repetidamente. Muchas veces quisieron enredarlo para comprometerlo. La cuestión del tributo al César es una más. Pero Él siempre vivió con atención, con vigilancia y con inteligencia. Por eso nunca lo pillaron en un despiste o fuera de juego. Más aún, sabía muy bien cuándo venía alguien con buena o con mala intención. Aquellos, que venían a cazarlo, suavizan cínicamente Ia cuestión alabando su honestidad: "sabemos que eres sincero y que enseñas el camino de Dios conforme a la verdad, sin que te importe nadie, porque no te fijas en la apariencias. Dinos, pues, qué opinas". Jesús, que es listo, les descubre las intenciones: "¡hipócritas!, ¿por qué me tentáis?", y les contesta por donde no esperan. Él tenía unos objetivos superiores a los meramente políticos. Sus prioridades apuntan más alto. Con soltura y autoridad traslada la cuestión política al ámbito religioso: Dios es infinitamente más que el César. Es lo que apunta la primera lectura: "Yo soy el Señor y no hay otro". Por eso, al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios. Como resumen, aprendamos de Jesús a ser ciudadanos con criterio, despiertos y críticos, y a vivir con un interior tan abundante que tengamos recursos suficientes para cuando alguien nos pretenda acosar. P.Hidalgo

viernes, 20 de octubre de 2017

El primer dia de la Novena en honor al Señor de los Milagros de la H.S.M.V. a cargo de Dña. Patricia Ynés De La Cruz Loayza

PRIMER DIA NOVENA EN HONOR AL SEÑOR DE LOS MILAGROS "PATRÓN DEL PERÚ" EN VIGO GALICIA ESPAÑA

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor Dios nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Acto de Contrición Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío. Por ser Tú quien eres, Bondad infinita, y porque te amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberte ofendido. También me pesa porque puedes castigarme con las penas del infierno. Te ofrezco mis sufrimientos como expiación de mis pecados, propongo confesarme y cumplir la penitencia que me sea impuesta. Ayudado de tu gracia propongo firmamente no pecar más y evitar las ocasiones próximas de pecado. Amén. Oración preparatoria Adorabilísimo Jesús Crucificado, hijo de Dios vivo, que habéis venido del cielo a la tierra,y os habéis sacrificado, muriendo en una Cruz para salvarnos, yo os reconozco por mi verdadero Dios mi Padre, mi Salvador y mi Redentor, mi única esperanza en la vida y en la muerte, y mi única salvación posible en el tiempo y en la eternidad. Me tengo por indigno, Señor y Dios mío, de presentarme ante vuestra Majestad por mi gran miseria y muchas culpas, pero ya me arrepiento de ellas y confiado en vuestra grande misericordia, acudo a Vos. Dios Todopoderoso y verdadero Señor de los Milagros, suplicando humildemente os dignéis hacer uso de vuestra omnipotencia, obrando milagros de misericordia en mi favor y en el de todos nosotros. Aplacad Señor Misericordiosísimo vuestra justa indignación provocada uestros pecados, calmad las iras de la tierra, del mar, y de los elementos para que no seamos castigados con terremotos, tempestades, pestes, guerras, ni otras calamidades que de continuo nos amenazan, libradnos, Salvador nuestro amorosísimo, de todo mal y peligro en la vida y en la muerte, y obrad el mayor de vuestros milagros en favor nuestro, haciendo que os amemos y sirvamos de tal suerte en este mundo, que merezcamos veros y gozaros en el cielo, donde con el Padre y el Espíritu Santo vivís y reináis Dios, Uno y Trino, en infinita gloria, por los siglos de los siglos. Amén. Primer Día Considera Alma mía, cómo la devoción al Señor de los Milagros, ha sido siempre entre nosotros, y sigue siendo todavía, un medio de que se vale este Divino Señor para conceder especiales favores y gracias a los individuos, a las familias, y aún a todo el pueblo. De las almas que acuden con fe y devoción a este Señor de los Milagros, podemos decir espiritualmente y en verdad, que los ciegos ven, los sordos oyen, los enfermos sanan, los muertos resucitan, y quienes se iban a perder, se salvan. ¿Y quién podrá decir los secretos milagros que hace este mismo Señor en favor de las familias que tienen la suerte de contar en su seno con alguna persona devota que a El acude con fe y confianza? La ciudad misma, tan expuesta a temblores de tierra, tal vez se hubiera arruinado mil veces y hubiéramos sido sepultados todos entre ruinas y escombros, si no fuera por la gran devoción a este Señor de los Milagros. ¿Y no es un verdadero milagro el que después de haber pecado no hayamos perecido para siempre y sin remedio? Sí, Dios mío, grande milagro de vuestra misericordia es el mantenernos vivos, capaces de salvación y penitencia cuando hoy más que nunca, merecemos vuestra justa indignación. Haced Redentor amabilísimo, que me aproveche de esta vuestra misericorida y me salve para siempre. Amén. Oración a la Santísima Virgen María Oh Virgen Santísima, Madre de Dios y Madre nuestra! Por la gran bondad de vuestro maternal corazón oíd beningna los ruegos de todos nosotros que acudimos a vos, no nos abandonéis, dulcísima Virgen María ni consintáis en nuestra ruina y perdición. Mirad con ojos de misericordia y compasión a nuestra ciudad de Lima y a todos sus moradores. ¿Qué sería de nosotros y qué valdría nuestras súplicas ante el Señor a quien tanto hemos ofendido, si no fuera por vuestra intercesión? Compadécete pues, misericordiosísima Madre nuestra, de estos desgraciados pecadores que, aunque tan ingratos, son hijos vuestros. Conseguidnos, una vez más el que hallemos gracia y misericordia delante del Señor: alcanzadnos los favores que pedimos en esta Novena y cuanto Vos sabéis que necesitamos, principalmente: el perdón de nuestros pecadores, el remedio de nuestras necesidades, la perseverancia en el bien, una santa muerte, y la gloria eterna del Cielo. Amen. Medítese y pídase lo que se desea obtener del Señor por medio de esta Novena. Luego se reza 5 Padrenuestros, 5 Ave Marías, y 5 Glorias en referencia a las cinco Llagas del Señor, y por tres veces la siguiente súplica: Aplaca Señor tu ira, Tu justicia y tu rigor, Por tu Santísima Madre, ¡Misericordia Señor! Gloria al Padre, Gloria al Hijo y Gloria al Espíritu Santo. Como era en un principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

domingo, 15 de octubre de 2017

Aunque Dios ha montado la fiesta para todos, sólo acuden los verdaderamente pobres, los sencillos y necesitados, los que se abren a su novedad. Los agarrados a sus asuntos y a sus aventuras particulares están demasiado ocupados. Es la historia repetida: el Señor nos oferta unos valores superiores y muchos preferimos unos valores inferiores, cuando no unos contravalores o vicios de apariencia atractiva...

Invitar a otro a comer es un signo de cordialidad, de celebración agradable y festiva. En torno a un convite fluyen la comunicación, la amistad, el interés por el otro, aflora la intimidad, se acrecienta la confianza, etc. En un banquete los invitados son los importantes. Pues bien, ahí está la parábola del Reino de Dios. La imagen que presenta Isaías es formidable: Dios, abierto y generoso con todos los pueblos, quiere hacer una fiesta, porque desea que la corriente de su felicidad llegue a todos; no quiere ver a nadie triste. Así pues, organiza el banquete de la gran fraternidad con manjares suculentos y vinos de solera. ¡Vaya sorpresa! Dios nos invita, nos quiere en el círculo de sus amigos, y, además, hace de cocinero, de camarero... Ya lo decía Jesús: "Yo estoy en medio de vosotros como el que sirve" (Lc 22,27). ¿Os imagináis tal banquete de fraternidad en común unión?. Aunque Dios ha montado la fiesta para todos, sólo acuden los verdaderamente pobres, los sencillos y necesitados, los que se abren a su novedad. Los agarrados a sus asuntos y a sus aventuras particulares están demasiado ocupados. Es la historia repetida: el Señor nos oferta unos valores superiores y muchos preferimos unos valores inferiores, cuando no unos contravalores o vicios de apariencia atractiva. ¿Cuántos aciertan a disfrutar la espiritualidad, la religión y el Evangelio?. Estamos viendo que no se trata de una invitación a vivir teñido de sombras; al contrario, se trata de una invitación a una fiesta deslumbrante. Entonces, ¿por qué hay quien se niega y da la espalda?. En la actualidad también recibimos semejante invitación. Sabemos que la asistencia es libre y gratuita. Sólo hay una condición: ir con el traje de fiesta. Pero no hay que comprarlo. Se trata de ir con el corazón renovado, con el alma limpia, con los ojos brillantes. No se puede uno sentar en la mesa de la fraternidad de cualquier forma, sino transformados, convertidos, como corresponde a los hijos de la familia de Dios. ¿Son nuestros encuentros símbolos de este gran banquete del Reino de Dios?. P.Hidalgo

domingo, 8 de octubre de 2017

A lo largo de la historia hemos sido enriquecidos con nuevos profetas, santos y testigos de alta calidad. Pero basta echar un vistazo a la historia y al presente para observar que no hemos avanzado mucho en el cuidado y en la administración de la viña. Sigue habiendo luchas por el poder, eliminación de los mensajeros, abuso de algunos que quieren dominar como si fuesen los dueños de la finca... ¿Por qué no damos el fruto que cabía esperar? ¿No decimos que debemos ser fermento del Reino de Dios en medio de la sociedad? ¿Estamos verdaderamente al servicio del auténtico progreso comunitario y de la salvación evangélica?..

COMENTARIO:Las parábolas no son exclusivas del Evangelio. También las hay en el Antiguo Testamento. Una de ellas es la de la viña. Qué bien queda retratada con esta parábola la relación amorosa, delicada y atenta de Dios con su pueblo: "¿Qué más cabía hacer por mi viña que no lo haya hecho? ¿Por qué esperando que diera uvas dio frutos silvestres?". Este pueblo rechazó a los profetas y, años más tarde, asesinó vilmente a Jesús. Después de Jesús, podemos considerar que esta viña es la Iglesia y, por extensión, todo el pueblo. A lo largo de la historia hemos sido enriquecidos igualmente con nuevos profetas, santos y testigos de alta calidad. Pero basta echar un vistazo a la historia y al presente para observar que no hemos avanzado mucho en el cuidado y en la administración de la viña. Sigue habiendo luchas por el poder, eliminación de los mensajeros, abuso de algunos que quieren dominar como si fuesen los dueños de la finca... ¿Por qué no damos el fruto que cabía esperar? ¿No decimos que debemos ser fermento del Reino de Dios en medio de la sociedad? ¿Estamos verdaderamente al servicio del auténtico progreso comunitario y de la salvación evangélica? Hemos sido llamados a colaborar en las labores de la viña y no se espera de nosotros otra cosa que una sensata colaboración para mejorarla. Se nos ha encargado su cuidado y su administración. Nadie es dueño de la viña más que Dios. Para hacer bien las faenas nos ha dejado el Evangelio y el Espíritu, y todas nuestras capacidades, que no son pocas; pero no lo haremos bien si vamos a nuestro aire y no al aire del Espíritu y del Evangelio. En resumen, nos queda una advertencia: ser dignos colaboradores y administradores responsables en la viña del Señor. El ser humano en general y el creyente en particular no se pueden arrogar otra función que la de ser corresponsables en el arrendamiento de la viña. Para ello pongamos en juego lo que apunta la segunda lectura: "todo lo que es verdadero, noble, justo, puro, amable, laudable; todo los que es virtud... tenedlo en cuenta". P.Hidalgo,

sábado, 7 de octubre de 2017

ACTIVIDAD SOLIDARIA PRO SALUD

GRAN ACTIVIDAD SOLIDARIA ORGANIZADA POR MIGUEL ITURRIA BARTURÉN Y FAMILA "PRO SALUD" PARA SU HERMANO MARCIAL ITURRIA BARTURÉN EN ESTOS MOMENTOS NECESITA DE APOYO Y COLABORACIÓN PARA SU PRONTA MEJORÍA - LA FAMILIA AGRADECIÓ A TODOS LOS PRESENTES DANDO LAS GRACIAS POR ASISTIR Y APOYALOS. SE CONTÓ CON DIVERSOS PLATOS TIPICOS DE NUESTRO QUERIDO PERU Y LA TRADICIONAL POLLO AL ESTILO PERÚ. PASAMOS UN GRATO MOMENTO FAMILIAR

domingo, 1 de octubre de 2017

¿Quién no ha quebrantado alguna vez promesas y compromisos? ¿Quién no ha fallado a la palabra dada? Los dos hijos de la parábola evangélica protagonizan una conducta que no se debe tener, aunque uno es más criticable que el otro. El segundo es un hipócrita, mientras que el primero protesta, es de reacciones primarias, pero después reflexiona y va a trabajar. En realidad, éste cumple la voluntad del padre; no así el primero. El ideal, sin embargo, es proceder con elegancia tanto en el fondo como en las formas...

COMENTARIO: Es denso y sugerente el contenido de la segunda lectura. Además de recoger un himno con el que los filipenses invocaban y glorificaban a Jesús, se aporta una rica motivación a valores comunitarios: no obréis por envidia ni por ostentación; dejaos guiar por la humildad; considerad siempre superiores a los demás; no os encerréis en vuestros intereses, sino buscad el interés de los demás; tened entre vosotros los sentimientos de Cristo Jesús. En realidad, es un estupendo programa para la comunidad cristiana, válido igualmente para la comunidad ciudadana. Las otras dos lecturas encierran también una motivación a proceder con elegancia y con responsabilidad. ¿Quién no ha quebrantado alguna vez promesas y compromisos? ¿Quién no ha fallado a la palabra dada? Los dos hijos de la parábola evangélica protagonizan una conducta que no se debe tener, aunque uno es más criticable que el otro. El segundo es un hipócrita, mientras que el primero protesta, es de reacciones primarias, pero después reflexiona y va a trabajar. En realidad, éste cumple la voluntad del padre; no así el primero. El ideal, sin embargo, es proceder con elegancia tanto en el fondo como en las formas. Debemos obedecer a Dios de manera sincera y elegante. Y obedecer a Dios es, sobre todo, amar, servir y hacer felices a los que están a nuestro lado. No nos sorprendamos que Jesús diga: hay gente de mala fama -publicanos y prostitutas- que esto lo hacen mejor que gente religiosa. La vida de cada uno es la demostración de si construye Reino de Dios y cumple su voluntad o, por el contrario, es un hipócrita porque asiste a actos religiosos, dice que reza, pero después no se nota que arrime el hombro en el trabajo de la viña: el Reino de Dios. Las personas que parece que dicen sí, pero es un no, tal vez lo hacen por superficialidad, por falta de discernimiento o por fallos en la educación cristiana, pero ello no elimina su parte de responsabilidad personal. ¿En cuál de los dos hijos nos vemos fotografiados? P.Hidalgo.