sábado, 30 de abril de 2016

Domingo 6º de Pascua El Evangelio presenta mensajes de despedida. Jesús se va, pero garantiza su presencia por medio del Espíritu. Nos recuerda que somos seres habitados, morada de Dios. Y vuelve a mencionar la paz como un regalo. Esta paz de Jesús no es como la que ofrece el mundo, que muchas veces es engañosa y quebradiza. La suya es símbolo de su compañía, produce seguridad, aleja la cobardía y abre la esperanza. Por tanto, "que no tiemble vuestro corazón ni se acobarde"...

Evangelio Lectura del santo evangelio según san Juan 14,23-29): En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «El que me ama guardará mi palabra, y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada en él. El que no me ama no guardará mis palabras. Y la palabra que estáis oyendo no es mía, sino del Padre que me envió. Os he hablado de esto ahora que estoy a vuestro lado, pero el Defensor, el Espíritu Santo, que enviará el Padre en mi nombre, será quien os lo enseñe todo y os vaya recordando todo lo que os he dicho. La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy yo como la da el mundo. Que no tiemble vuestro corazón ni se acobarde. Me habéis oído decir: "Me voy y vuelvo a vuestro lado." Si me amarais, os alegraríais de que vaya al Padre, porque el Padre es más que yo. Os lo he dicho ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda, sigáis creyendo.» Palabra del Señor COMENTARIO: El conflicto entre fe y cultura se repite en todos los tiempos y lugares. Apareció en la Iglesia primitiva y acontece siempre que la Iglesia se encarna en la vida de los pueblos. Pero este conflicto es fácilmente superable si nos ponemos a discernir bajo el influjo y la inspiración del Espíritu Santo. En este sentido, resulta conmovedor observar cómo las primeras comunidades cuentan con el Espíritu Santo para discernir sus problemas y adoptar decisiones. Su presencia resulta decisiva para la buena marcha de la Iglesia. Pero no hay que extrañarse. En la Iglesia primitiva, como en todas partes, había diversidad de pareceres, apego a tradiciones, mentalidades más abiertas y más cerradas y, por tanto, discusiones, algunas de alta temperatura. Ahora bien, cuando se congregan para discernir y decidir, el Espíritu anda por medio y se pronuncia a favor de la libertad. Por eso llegan a decir: "Hemos decidido el Espíritu Santo y nosotros...". Ojalá contáramos siempre con el Espíritu Santo. Seguramente tendríamos menos normas y más convicciones asumidas con libertad. Él va mucho más lejos de lo que marcan las leyes o los mandamientos. El Apocalipsis nos invita a soñar una utopía posible. Habla de una ciudad santa y nueva, que está inundada de luz. En ella ya no son necesarios el sol y la luna, “porque la gloria de Dios la ilumina y su lámpara es el Cordero". Es cierto. Con la luz de Jesús se ve todo más claro, se descubren los colores propios, por lo que no hacen falta muchas explicaciones. El Evangelio presenta mensajes de despedida. Jesús se va, pero garantiza su presencia por medio del Espíritu. Nos recuerda que somos seres habitados, morada de Dios. Y vuelve a mencionar la paz como un regalo. Esta paz de Jesús no es como la que ofrece el mundo, que muchas veces es engañosa y quebradiza. La suya es símbolo de su compañía, produce seguridad, aleja la cobardía y abre la esperanza. Por tanto, "que no tiemble vuestro corazón ni se acobarde". Por último, digamos que hoy se celebra en nuestra Iglesia el Día del Enfermo. ¿Quién no ha sufrido la enfermedad alguna vez? ¿Quién puede creerse excluido de ella? Los enfermos merecen todo nuestro interés. Sabemos que la cruz de la enfermedad agobia mucho. Los enfermos fueron uno de los colectivos preferidos de Jesús. En ellos desbordó especialmente su sensibilidad y sus signos de salvación.P. Octavio Hidalgo, C.Ss.R.

El próximo domingo las capillas de los hospitales Álvaro Cunqueiro y Meixoeiro serán "jubilares" Domingo, día 1 de maio El próximo domingo la Iglesia española celebra la Pascua del enfermo. Con tal motivo , el Obispo otorga la categoría de "templos jubilares" a estas dos capillas durante el próximo fin de semana. En este Año jubilar de la Misericordia, Mons. Quinteiro Fiuza concede desde la víspera del VI Domingo de Pascua y el día 1º de mayo, por coincidir con la "Pascua del Enfermo", que las capillas de los hospitales Álvaro Cunqueiro y Meixoeiro, sean lugares en los que se pueda obtener la indulgencia plenaria del Año Jubilar de la Misericordia El tema de este año es “María, icono de la confianza y el acompañamiento”, un lema que remite a la actitud de María especialmente en el episodio de Caná: como María está atenta a la necesidad de sus hijos y Ella responde confiando en Jesús. Para ello, los fieles que arrepentidos y oportunamente confesados, reciban la Sagrada Eucaristía, y oren por el Romano Pontífice, podrán alcanzar la indulgencia o perdón pleno de la pena de sus pecados, participando en alguna ceremonia sagrada, en cada uno de los días, en una de las dos capillas señaladas. Si esta participación no se puede llevar a cabo, se dedicará un tiempo a la meditación sobre la divina misericordia, concluyendo con el rezo del Padre Nuestro y la profesión de Fe.

jueves, 28 de abril de 2016

La Comisión episcopal de Migraciones, reunida el 20 de Abril de 2016 desea con esta nota informativa seguir insistiendo en la necesaria y urgente toma de medidas de acogida, hospitalidad, y acompañamiento a refugiados. A ella se comprometió el Gobierno Español a quien la Iglesia española se ofreció y se sigue ofreciendo para lo que necesitara y pudiera ofrecer. En las diócesis españoles se han establecido ya los mecanismos y previsiones generosas y necesarias para colaborar y sensibilizar en dicha acogida. Y en el trabajo posterior para su integración social .Del trabajo ya hecho estamos seguros se beneficiarán emigrantes, refugiados y demás personas en situaciones de especial vulnerabilidad como lo vienen haciendo hasta la fecha Agradecemos la labor incisiva y solidaria que está haciendo la Red de Entidades eclesiales que trabajan con emigrantes (CEM, Confer, Caritas, Justicia y Paz y Sector Social de la Compañía de Jesús) y la de tantas organizaciones y entidades de Iglesia y otras a propósito de las personas concretas a quienes tan gravemente afecta esta crisis humanitaria necesitada de repuestas eficaces. Deseamos que no se ponga en cuestión la imprescindible necesidad de ayuda a los que huyen de la guerra o del hambre, refugiados e inmigrantes. Muchos en su camino hacia Europa son víctimas de la trata de personas y de muchos otros tipos de violencia. Y deseamos también que no caigamos en estereotipos ni en estigmatizaciones que afecten a su dignidad y a la fraterna y evangélica acogida. Tal y como recientemente ha hecho nuestro Santo Padre Francisco debemos pasar de las declaraciones formales y pronunciamientos a los hechos. Con los refugiados y emigrantes en Europa y con los que están en lugares de conflictos, origen de la gran tragedia que vivimos. Y necesitamos hacerlo con urgencia porque está en juego la vida de muchas personas sobre todo las más vulnerables. Estamos ante una situación muy urgente que necesita también celeridad y eficacia en la toma de decisiones. Mientras tanto continuaremos con nuestra labor humanitaria, de servicio, de acompañamiento y de defensa de los derechos de todos los emigrantes y refugiados. De los que vendrán y de los que ya están entre nosotros, favoreciendo su integración social, cultural y religiosa. Los Obispos de la Comisión episcopal de Migraciones

martes, 26 de abril de 2016

III Encuentro Interdiocesano de Infancia y Adolescencia 26 abril 2016 � Infancia y juventud en riesgo - Con el lema: EN CAMINO HACIA LA ALEGRÍA. Los Encuentros Interdiocesanos de Infancia y Juventud están promovidos por la Sección de Infancia y Juventud en Riesgo de la Conferencia Episcopal Española. Desde su creación, esta sección ha tenido como objetivo trabajar para y con los niños. Entre las diversas actividades que se realizan y que conforman la esencia de la sección están estos encuentros. El primero tuvo lugar en el año 2014 en Madrid, donde participaron niños y adolescentes que integrantes en proyectos de diversas entidades de las diócesis de Madrid, Getafe y Huelva. En el año 2015 lo celebramos en Huelva y este año 2016 lo hemos celebrado del 15 al 17 de abril en el Campamento de San José Obrero en La Mata, con la particularidad de que se han adherido a la actividad niños y jóvenes de las diócesis de Albacete y Orihuela-Alicante. Este aumento del número de participantes y de las procedencias enriquece el encuentro y nos permite implicarnos a un número cada vez mayor de agentes. Los encuentros los entendemos como la oportunidad de conocer a otras personas que viven en lugares diferentes a los nuestros, compartir lo que nos une, convivir escuchando y dejándose escuchar por el /los otros, jugando y divirtiéndonos como niños y jóvenes que somos, celebrando la fiesta de la vida y la acción de gracias……. Se trata de una oportunidad por y para los niños y niñas que viven en situaciones de vulnerabilidad o contextos de exclusión del sistema. Salir del entorno habitual, encontrarse con niños y niñas que viven otras realidades, en otros pueblos y ciudades con un entorno natural y cultural diferente, donde conocer cosas nuevas, contemplar aquellas riquezas que la madre naturaleza nos ofrece, en un clima de amistad y cercanía, propiciando la alegría hacia la que nos ponemos en camino, como dice el lema de este encuentro “EN CAMINO HACIA LA ALEGRIA”….. Somos seres en camino, en continuo crecimiento y aprendizaje, todos buscamos la alegría pero debemos saber dónde está para encontrarla. El mundo está muy necesitado de la verdadera alegría que brota del corazón que se siente amado por Dios. Como cristianos, alegres transmisores de la nueva noticia, no podemos negarles a Dios y la alegría de vivir a aquéllos a quienes la vida les ha quitado lo demás.

En este Tercer Encuentro Interdiocesano han participado un total de 43 adultos entre monitores, sacerdotes y religiosos, y 130 menores de Centros de Protección de Menores y Centros de Día de diversas Diócesis de España. De las Diócesis de Madrid y Getafe participó la Asociación Murialdo, con diversos proyectos con menores de ambas Diócesis. De la Diócesis de Huelva participó el grupo del Proyecto Laetare. De la Diócesis de Albacete participaron menores del Proyecto Infancia de Cáritas. Participaron monitores del Hogar San José Obrero de la Diócesis de Oviedo. Y de la Diócesis de Orihuela-Alicante participaron menores del centro Nazaret y del grupo MIES en Alicante, de San José Obrero en Orihuela y de la Casita de Reposo en Elche. El encuentro se desarrolló según el plan previsto. Contamos con la visita de nuestro Obispo don Jesús, en la acogida de los grupos en la noche del viernes. El sábado nos visitó don Ciriaco Benavente, obispo de Albacete y Presidente de la Comisión Episcopal de Migraciones, a la que pertenece la Sección de Menores en Riesgo de la Conferencia Episcopal. Celebró la Eucaristía con todos los participantes del Encuentro en la parroquia San Jaime de Guardamar. Desde estas líneas agradecemos a don Reyes y al coro juvenil su acogida. Después la catequista Chari nos acompañó por Guardamar y nos explicó la historia de la localidad y visitamos su castillo y su pinada en las dunas. Por la tarde, de regreso al campamento, se realizaron juegos en la playa. Acabó la jornada con una bonita velada amenizada por el hermano José Antonio Salán del hogar San José Obrero de Oviedo. El domingo visitamos las salinas de Torrevieja, el puerto y llegamos al auditorio municipal Virgen del Carmen donde tuvo lugar un interesante festival en el que actuaron todos los grupos participantes. Desde estas líneas también agradecer al Ayuntamiento de Torrevieja su colaboración. Después del festival comenzó el regreso del grupo de Huelva. Y después de la comida en el campamento fueron regresando los demás grupos participantes a sus lugares de origen. Un fin de semana intenso, pero interesante y lleno de alegría y ganas de compartir. Muchos menores se despedían de los nuevos amigos conocidos en estos días. Una experiencia que seguro les marcará muy positivamente en sus vidas.

domingo, 24 de abril de 2016

FESTIVAL NACIONAL CANCIÓN MISIONERA EN MADRID CON EL LEMA "GRACIAS MISIONEROS DE LA MISERICORDIA"

En el Bus , saliendo de Vigo rumbo a Madrid, en la Foto la Hna Candida representando a la Pastoral Diocesana de las Misiones Tuy Vigo y el Colegio Carmelitas de Vigo, la acompaña en la Foto Luisi Motta León representando a la Pastoral Diocesana de las Migraciones Tuy Vigo. PLAZA DE LA CATEDRAL DE DE LA MAGDALENA EN GETAFE (MADRID) PARA COMENZAR EL ENCUENTRO EN LA FOTO(Las profesoras del Colegio Carmelitas con Luisi Motta León) DINÁMICA DE ACOGIDA: NUESTRA MISIÓN "UN HOSPITAL DE CAMPAÑA" ALMUERZO EN EL PARQUE DE ANDALUCIA (En la foto la Hna Pilar Mercedaria de Madrid,Hna Candida de Vigo, Ana Morales de CarTagena y Luisi Motta de la Pastoral de Migraciones Tuy Vigo en el Parque de Andalucia) PARTICIPACIÓN DE LA PASTORAL DIOCESANA DE LAS MIGRACIONES DE TUY VIGO CON LA CANCIÓN "GRACIAS TE DOY MISIONEROS DE LA MISERICORDIA" ESCRITA POR LUISI MOTTA LEÓN POR LO CUAL LE OTORGARÓN UN RECONOCIMIENTO A LA PASTORAL DIOCESANA DE LAS MIGRACIONES TUY VIGO - LUISI CANTÓ Y ACOMPAÑANDOSE TOCANDO CON UNA DARBUKA (INSTRUMENTO DE PERCUSIÓN ARABE)

Domingo 5º de Pascua Resalta el Evangelio que el amor no es sólo el termómetro de la calidad humana, de cualquier autenticidad personal, el santo y seña de toda persona de bien, sino que es también y por antonomasia la señal que identifica o define a los cristianos. Así lo expresa Jesús: "La señal por la que conocerán que sois mis discípulos será que os amáis unos a otros".

Un mundo nuevo es la gran utopía que perseguimos los cristianos, entusiasmados por Dios. Él se ha comprometido con nosotros como un esposo enamorado; deseoso de hacernos felices, establece una íntima relación de Alianza: somos su pueblo. Habita en nuestra casa. Aleja la muerte, el luto, el llanto, el dolor... Muchos cristianos viven esta experiencia. Se llama Reino de Dios. Es una experiencia progresiva, formidable, que abre, como ninguna otra, el horizonte y el sentido de la vida. En el Reino de Dios se respeta espectacularmente la dignidad humana; lo comunitario es el primer valor individual. Es posible este ambiente si ejercitamos el Evangelio, si miramos todo lo que acontece con ojos de resurrección. Resalta el Evangelio que el amor no es sólo el termómetro de la calidad humana, de cualquier autenticidad personal, el santo y seña de toda persona de bien, sino que es también y por antonomasia la señal que identifica o define a los cristianos. Así lo expresa Jesús: "La señal por la que conocerán que sois mis discípulos será que os amáis unos a otros". Si hiciéramos una encuesta sobre lo que caracteriza y distingue a los cristianos, ¿creéis que nuestros contemporáneos dirían que es el amor al estilo de Jesús? Me temo que no darían esta respuesta de una manera clara y general. Amar en cristiano es un reto y una meta inquietantes, un mandamiento viejo y nuevo que resume toda la buena tradición, es la experiencia privilegiada de los primeros cristianos. Ellos entendieron que había llegado la hora de amar y que la palabra amor alcanzaba un sentido nuevo y especial. Hoy hemos de seguir afirmando que el amor es lo más bello de la vida humana. Y es, en gran medida, fruto del aprendizaje. Amar no es fácil para nadie; incluso es un arte, que requiere un conjunto de condiciones: sencillez, conocimiento personal, equilibrio, imaginación, constancia... El Dios cristiano es un artista del amor; lo ha demostrado sobradamente. Por eso, vive en comunión y respira misericordia constantemente. ¿Cabe amor mayor? - P. Octavio Hidalgo, C.Ss.R.

domingo, 17 de abril de 2016

Domingo 4º de Pascua. El Buen Pastor Hoy es el domingo del buen Pastor. Cada año la Pascua nos trae esta imagen tan entrañable. Dice el Evangelio que, para ser del grupo de Jesús, hay que escuchar su voz y seguirlo. Escuchar es mucho más que oír. Quien escucha el mensaje de Jesús no se puede quedar como el que oye llover. La escucha sincera de tal Pastor arranca seguimiento ineludiblemente; es una consecuencia lógica. La Palabra de Jesús tiene impacto, es de calidad, enciende el corazón, convence..."

Pablo y Bernabé fueron dos grandes misioneros de la primera Iglesia. Sufrieron grandes dificultades por anunciar el Evangelio. Encontraron resistencia entre los que se decían religiosos y devotos. Jesús ya lo había advertido: “No todo el que dice 'Señor, Señor' entrará en el Reino de los Cielos, sino el que cumple la voluntad de mi Padre" (Mt 7,21). Suele suceder en todos los tiempos. Como el Evangelio es tan medicinal, a veces escuece mucho y entonces resulta impopular, incluso entre quienes se apellidan cristianos. Pero no ha de ser camuflado nunca; no podemos tolerar la hipocresía de anunciar un sucedáneo a la carta de los intereses de cada uno. El Evangelio de Jesús es como es: mensaje lleno de vida y de salvación. Pablo y Bernabé lo pasaron muy mal con algunos judíos de Antioquía, que no sólo se cerraron en banda, sino que montaron una persecución contra ellos. También sucede esto en todas las épocas. Por eso, cuando alguien se cierra cabezonamente a la salvación, no hay nada que hacer por el momento. En señal de protesta, Pablo y Bernabé se sacudieron el polvo de los pies. Pero hubo quienes escucharon con sinceridad; éstos "quedaron llenos de alegría y de Espíritu Santo". Siempre hay quien acoge el mensaje y lo agradece. No obstante, nos queda esta reflexión: ¡Qué importante es revisar la religiosidad y corregirla en confrontación con el Evangelio! No seamos nosotros de esos devotos que se comen los santos, pero dan la espalda al Evangelio... Por otra parte, hoy es el domingo del buen Pastor. Cada año la Pascua nos trae esta imagen tan entrañable. Dice el Evangelio que, para ser del grupo de Jesús, hay que escuchar su voz y seguirlo. Escuchar es mucho más que oír. Quien escucha el mensaje de Jesús no se puede quedar como el que oye llover. La escucha sincera de tal Pastor arranca seguimiento ineludiblemente; es una consecuencia lógica. La Palabra de Jesús tiene impacto, es de calidad, enciende el corazón, convence. En la escuela de este buen Pastor se preparan cristianos nuevos. Este Pastor enseña y educa para la acción, desarrolla teoría y práctica. Ambas se contrastan en la cancha de la vida, donde hay tribulación, como dice el Apocalipsis, pero donde también asiste el Espíritu. El Maestro, buen Pastor, se nota que está entrenado. Explica con autoridad moral. No usa libro de texto; comenta su vida y se ofrece desinteresadamente a hacer camino con todos los que quieran libremente. Hoy podemos decir que Jesús no ha dejado de ser el buen Pastor, el gran líder de palabra sólida, de comportamiento coherente, que penetra hondamente en el corazón y en la conciencia de quien le escucha. Su liderazgo es de amor y de servicio. Tiene un conocimiento personal de todos y de cada uno; conoce nuestras historias y problemas, lo cual no es obstáculo para que exista una relación entrañable. Ofrece vida eterna a todos sin exclusión. Y cuanto hace y dice, lleva la firma de Dios. Gran ejemplo para todos.

domingo, 10 de abril de 2016

Domingo 3º de Pascua. Fiesta de la Divina Misericordia Reparemos en la importancia de "echar las redes de nuevo" porque Jesús lo sugiere. Contra toda esperanza, los discípulos se fían y obedecen. Esta catequesis pascual acentúa que no hay que desesperar cuando la evangelización no produce resultados inmediatos. Al contrario, hay que seguir contando con Jesús y obedeciendo sus insinuaciones. Él multiplica nuestra fecundidad a pesar de nuestros bloqueos..."

Vemos en el libro de los Hechos cómo la experiencia de la Pascua transformó a los primeros cristianos y los convirtió en evangelizadores comprometidos. Hablan y enseñan arriesgadamente en nombre de Jesús salvador. La resurrección los ha enardecido tanto que ya no tienen miedo. Es más fuerte la obediencia a Dios que cualquier persecución. Ya no hay quien frene el despliegue evangelizador porque el Espíritu Santo alienta y sostiene el dinamismo de la primera Iglesia. Obedecer a Dios antes que a los hombres es la postura lógica y valiente del creyente auténtico. Fue lo que caracterizó a Jesús, aunque tuviera que pagar un alto precio por ello. Y lo que han hecho muchos apóstoles a lo largo de la historia de la Iglesia: impulsados por la mística cristiana, evangelizan con atrevimiento y arriesgan por el Reino de Dios, venga lo que venga. El primer aviso que les vino a los discípulos fue en forma de paliza, a modo de escarmiento. Pero no sirvió de nada; siguieron anunciando el Evangelio a tiempo y a destiempo, porque la voluntad de Dios está por encima de cualquier otra voluntad o interés. Obedecer a Dios lleva incorporado pagar un alto precio: incomprensión, prohibiciones, desprecio, marginación, es decir, golpes de diverso tipo. Pero, así como no se ha podido silenciar a Jesús, del mismo modo no será vano el compromiso de los que hablamos las cosas de Dios y nos comprometemos por su causa. Creedlo: la fidelidad a nuestra vocación aporta mucho a la sociedad. El Evangelio, por su parte, desarrolla una escena sugerente. Unos cuantos discípulos estaban de nuevo en su trabajo habitual: pescando. Han pasado la noche entera faenando, pero sin suerte. Al amanecer, alguien desde la orilla les invita a intentarlo otra vez. Le obedecen y la sorpresa es impresionante: la red se llena a reventar. Y es que cuando Jesús anda por medio, nuestras tareas y trabajos son fecundos para el Reino de Dios. Contar con Jesús en el quehacer diario, da mucho juego, aporta muchas ventajas y proporciona mucho entusiasmo. En realidad, esto es orar. El verdadero orante vive intensamente la comunión con Dios y con Jesús en el Espíritu y, también, la comunión con los hermanos. Esta comunión orante ilumina mucho, ayuda mucho, enriquece mucho la vida. Reparemos en la importancia de "echar las redes de nuevo" porque Jesús lo sugiere. Contra toda esperanza, los discípulos se fían y obedecen. Esta catequesis pascual acentúa que no hay que desesperar cuando la evangelización no produce resultados inmediatos. Al contrario, hay que seguir contando con Jesús y obedeciendo sus insinuaciones. Él multiplica nuestra fecundidad a pesar de nuestros bloqueos.P. Octavio Hidalgo, C.Ss.R.

domingo, 3 de abril de 2016

Domingo 2º de Pascua. Fiesta de la Divina Misericordia - Refleja el texto evangélico que la experiencia de Jesús resucitado reviste a los discípulos de coraje y decisión. Se ven iluminados y transformados. El aliento vital de Jesús los penetra hasta los tuétanos y enardece todas sus fibras. Es el Espíritu lo que Jesús les transmite para que puedan irrumpir en los ambientes con el talante místico y evangelizador de los verdaderos testigos y con el sentido misericordioso del perdón..."

COMENTARIO DEL EVANGELIO DOMINGO II DE PASCUA Dice el libro de los Hechos que los apóstoles hacían muchos signos y prodigios en medio del pueblo; que la gente se hacía lenguas de ellos; que crecía el número de los creyentes, hombres y mujeres, que se adherían al Señor. El autor del libro presenta el ideal dinámico de la primera comunidad, es decir, lo que debería ser y hacer toda comunidad cristiana auténtica. La experiencia progresiva de Jesús resucitado se va convirtiendo en una fuerza arrolladora, en testimonio impetuoso, en mística sanante. Vivían intensamente al aire del Espíritu; por eso abundaban los signos proféticos y un testimonio que despertaba admiración. Miremos ahora nuestra realidad personal, familiar, comunitaria. Tenemos todo el tiempo de Pascua para considerar el alcance de la resurrección y meditar el significado profundo de Jesús vivo y redentor. El libro del Apocalipsis lo presenta radiante, glorioso, extasiando y animando a las Iglesias: "No temas, Yo soy el que vive. Estaba muerto y, ya ves, vivo por los siglos de los siglos; y tengo las llaves de la Muerte y del Infierno". Sí, no se puede ser testigo de Dios y del Evangelio con miedo, con indecisión o con bajas vibraciones. La escena catequética del Evangelio nos describe, en primer lugar, la reacción de los discípulos tras la captura y muerte de Jesús. Se encerraron, se contagiaron la tensión unos a otros, estaban turbados en el cuerpo y en el alma. Pero Jesús nunca abandona a los suyos y menos cuando están aplanados por la frustración. Superando todos los obstáculos, se presenta ante ellos y les saluda con el gesto de la paz. Es su mejor señal de identificación y el regalo que más necesitan. Su presencia es sorprendente y dinamizadora. Les dice: Nada de estar encerrados; fuera todo temor. Abrid las puertas y las ventanas; gritad con la palabra y con el testimonio que estoy entre vosotros impulsando a vivir. Id y haced misión. Refleja el texto evangélico que la experiencia de Jesús resucitado reviste a los discípulos de coraje y decisión. Se ven iluminados y transformados. El aliento vital de Jesús los penetra hasta los tuétanos y enardece todas sus fibras. Es el Espíritu lo que Jesús les transmite para que puedan irrumpir en los ambientes con el talante místico y evangelizador de los verdaderos testigos y con el sentido misericordioso del perdón. La mentalidad de Tomás es la típica de tantos y tantos: "Si no meto mis manos y no lo veo, no creeré". ¿Qué es lo que hay que comprobar? ¿Las experiencias profundas nos llegan por los sentidos o por el corazón? No por palpar mucho, se experimenta más... En verdad, creer es un don. Pero no siempre experimentamos la presencia de Dios con normalidad y evidencia. El caso de Tomás lo ha podido vivir cualquiera. El testimonio de los otros discípulos no es suficiente para él. Ahora bien, no se experimenta a Dios midiéndolo todo con los sentidos. La fe es una captación espiritual, gratuita, que supera los sentidos y se acrecienta cuando la vivimos en comunidad. Por eso, ausente de la comunidad, Tomás no creía. Insertado en la comunidad, pudo exclamar: "¡Señor mío y Dios mío!". El Espíritu y la comunidad son las grandes mediaciones de la fe. P. Octavio Hidalgo, C.Ss.R.

viernes, 1 de abril de 2016

JESUCRISTO A RESUCITADO

RESUCITADO É stas fueron las palabras del ángel al contemplar la tumba vacía y, desde entonces, éstas han marcado un tiempo nuevo para todos los cristianos. Desde hace dos mil años, ininte- rrumpidamente, la Iglesia ha venido celebrando la resurrec- ción del Señor. En todas las iglesias, capillas o santuarios este grito de júbilo resuena en la noche más corta que ansía la aurora, que busca la luz. Son numerosos los cristianos que estos días los viven de una manera especial, no sólo por ser un tiempo vacacional, sino porque necesitan ser vividos con una intensidad y alegría que rompen la cotidianidad de nues- tras vidas. ¿Cómo leer el acontecimiento de la resurrección hoy? ¿Qué nos dice a nosotros familia redentorista? Si contemplamos la realidad, observamos que a pesar de que la resurrección trajo la liberación al mundo, el ser humano sigue amenazado por la opresión. En un mundo nuevo, redi- mido por Cristo, continúan los odios entre los individuos y los países; hay guerras, persecución a cristianos y a comuni- dades religiosas, a comunidades redentoristas; hay leyes que siguen olvidando los derechos humanos; y hay, sobre todo, demasiada gente que mira para otro sitio. Dicho con palabras del papa Francisco, estamos en “la globalización de la indife- rencia”. Ante esto, Cristo Resucitado aparece como un sueño muy hermoso de liberación, pero ¿solo un sueño?. Cristo Re- sucitado no es un sueño, sino una realidad. La resurrección no es solo un hecho histórico de hace muchos años sino una realidad. Al resucitar, Jesús no eliminó el mal de la tierra, sino que nos dio valor para transformarlo. No quitó el trabajo, sino que dio sentido a nuestra lucha diaria. Con su resurrec- ción, Cristo se ha puesto a nuestro lado para siempre y para todo. La Pascua cristiana es, por eso, un punto de partida: nos queda mucho por caminar para hacer una sociedad me- jor, para hacernos a nosotros un poco mejores. Este es el día que hizo el Señor: día de una nueva luz y una nueva esperanza. Que este tiempo de Pascua sepamos vivirlo con la claridad de Cristo resucitado y renovemos la esperanza entre nosotros. FELICES DÍAS DE PASCUA José Luis Bartolomé Madrid Superior Provincial Redentorista.