domingo, 8 de mayo de 2016

La Ascensión del Señor Ha llegado nuestra hora. Jesús nos pasa el relevo, nos confía su tarea, nos pide que seamos testigos y evangelizadores inyectando en la tierra el estilo del cielo. En verdad, todavía nos queda mucho por hacer. Por eso, como dice la segunda lectura, que el Padre de nuestro Señor Jesucristo nos dé espíritu de sabiduría y revelación para comprender la herencia cristiana que nos han transmitido y la tarea que tenemos por delante. Jesús compromete su presencia por medio del Espíritu...

COMENTARIO DEL EVANGELIO DE HOY La ascensión de Jesús no es un espectáculo para que la gente se quede pasmada y pasiva. Al contrario, constituye un símbolo muy importante para todos los cristianos y un testimonio que da altura a nuestra vocación y destino. En verdad, merece la pena conocer a Jesús y seguirlo, su experiencia nos enriquece; su manera de vivir es un reclamo atractivo para todos. La ascensión y glorificación de Jesús son como un aplauso caluroso que el Padre le tributa con satisfacción: "Lo exaltó y le concedió el nombre-sobre-todo-nombre". Lo hizo "Señor" y lo sentó a su derecha para siempre. Pero es también elevación impresionante de todo lo humano, un tirón de moral y de estímulo. La vida se sale con la suya, a pesar de la muerte. Y la humanidad entera ve coronada su propia historia con una apoteosis sublime de resurrección y de gloria. Para nosotros, que estamos en camino, la ascensión es testimonio y acción. Los verdaderos cristianos hacen Reino de Dios no sólo mirando al cielo, sino trabajando los valores del Evangelio un día y otro y elevando la vida a las más altas cotas de humanidad. Ha llegado nuestra hora. Jesús nos pasa el relevo, nos confía su tarea, nos pide que seamos testigos y evangelizadores inyectando en la tierra el estilo del cielo. En verdad, todavía nos queda mucho por hacer. Por eso, como dice la segunda lectura, que el Padre de nuestro Señor Jesucristo nos dé espíritu de sabiduría y revelación para comprender la herencia cristiana que nos han transmitido y la tarea que tenemos por delante. Jesús compromete su presencia por medio del Espíritu. P. Octavio Hidalgo, C.Ss.R.

No hay comentarios:

Publicar un comentario