domingo, 25 de marzo de 2018

Domingo de Ramos en la Pasión del Señor. El domingo de Ramos representa el claroscuro de la suerte de Jesús: triunfo y humillación, aclamación y sentencia, aplauso y pasión. Aquel día, mientras unos alababan al Altísimo y al profeta de Nazaret, otros, los dirigentes religiosos, lanzaban la última trama para acabar con Él. Y lo consiguieron retorciendo argumentos y engañando al pueblo. El ambiente se enrareció. Y hasta los discípulos huyeron sobrecogidos de miedo. Tan sólo su madre, Juan y algunas mujeres demostraron comunión y valentía..

El domingo de Ramos es el pórtico de la semana grande del año litúrgico. Es un día en el que resalta un contraste: Por una parte, se conmemora la entrada sencilla y pacífica de Jesús en Jerusalén entre aplausos y aclamaciones; por otra, se evoca el rechazo y la condena de Jesús. Esta entrada de Jesús, como profeta y mesías, acentuó la crítica ante el montaje religioso que se había establecido. Jesús denunció el mal uso que se hacía del templo y de la ley, se enfrentó con los que se aprovechaban del sentimiento religioso de la gente; por eso resultaba cada vez más incómodo y molesto para la clase dirigente. Por tanto, había que eliminarlo sin más espera. El domingo de Ramos representa el claroscuro de la suerte de Jesús: triunfo y humillación, aclamación y sentencia, aplauso y pasión. Aquel día, mientras unos alababan al Altísimo y al profeta de Nazaret, otros, los dirigentes religiosos, lanzaban la última trama para acabar con Él. Y lo consiguieron retorciendo argumentos y engañando al pueblo. El ambiente se enrareció. Y hasta los discípulos huyeron sobrecogidos de miedo. Tan sólo su madre, Juan y algunas mujeres demostraron comunión y valentía. Muchos de los que hoy nos decimos cristianos, a la hora de la verdad, somos igualmente miedosos y cobardes. Lamentamos que Judas traicionara a Jesús, que Pedro lo negara, que los demás discípulos se ocultaran y lo dejaran sólo... ¿Qué hubiéramos hecho nosotros? ¿Habríamos arriesgado por Jesús? ¿Hasta qué punto nos convence la espiritualidad de la cruz? Seguir a Jesús hasta el Calvario sigue siendo para todos una asignatura pendiente. Probablemente pensemos que para seguirlo en la vida ordinaria no hace falta pagar un precio tan alto. Sin embargo, Jesús, como creyente, nos deja este gran ejemplo: la obediencia a Dios no tiene fronteras. Vivamos, pues, con reflexión y responsabilidad estos días de la Semana Santa. Para un cristiano nunca pueden ser simples días de vacaciones.

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