domingo, 25 de julio de 2021

MISA POR EL BICENTENARIO DE LA INDEPENDENCIA DEL PERÚ - Dia: Jueves 29 de julio del 2021 Lugar: Parroquia del Perpetuo Socorro , Rúa Lalin 3 Vigo Hora: 20 Horas (8 de la tarde)

La Hermandad Peruana en Galicia en colaboración con la Pastoral diocesana de las Migraciones Tui Vigo invita a la comunidad peruana a la Eucaristia que oficiará el RRPP Pedro Carro Delegado de la Pastoral Diocesana de las Migraciones Tui Vigo en conmemoración del Bicentenario de la Independencia del Perú

viernes, 23 de julio de 2021

Santiago Apóstol, patrono de España, solemnidad Santiago, hijo de Zebedeo, hermano del apóstol san Juan, fue el primero de los apóstoles en beber el cáliz del Señor, cuando participó en su Pasión, al ser decapitado por orden del rey Herodes. De esa manera anunció el reino que viene por la muerte y resurrección de Cristo. Estando sus restos en Galicia, es patrono de los pueblos de España. Pidamos por su intercesión que España se mantenga fiel a Cristo hasta el final de los tiempos. Una petición muy necesaria hoy día, cuando la fe y los valores cristianos están tan en crisis en nuestra sociedad. Pidamos también que seamos testigos de esta fe, como Santiago, dispuestos a beber el cáliz del Señor..

Santiago el Mayor, hijo de Zebedeo fue uno de los Apóstoles más cercano al Señor. De hecho lo encontramos junto con Pedro y su hermano Juan en el episodio de la Transfiguración y en la Oración en el huerto de Getsemaní. Según la Tradición, fue el evangelizador de España y por esto lo tenemos como Patrón. En él se cumplen las palabras de Pablo que escuchamos en la Segunda Lectura, en la Segunda Carta a los Corintios: “el tesoro del ministerio lo llevamos en vasijas de barro”. Un simple pescador de Galilea, probablemente iletrado, se convierte en apóstol que llega hasta el “fin de la tierra” y en el primero de los Doce en dar la vida por el Señor. No le detuvo su pequeñez, su incultura, su incapacidad, más aun, esto se convirtió en su fuerza porque de este modo se manifestó “que una fuerza tan extraordinaria es de Dios y no proviene de nosotros”. Las palabras proféticas de Jesús en el Evangelio que responden a la petición de la madre de Santiago se cumplieron con creces: Santiago bebió el Cáliz del Señor, dio la vida por él, compartió sus padecimientos, fue entregado a la muerte, y por esto venció, la “vida del Señor se manifestó en su carne mortal”. Todos, pequeños y grandes, doctos e incultos, estamos llamados a esto. Desde el Bautismo somos marcados, incorporados a la muerte de Cristo, para que en nuestra vida se manifieste su victoria. A unos, como a Santiago, el Señor los llama para que gasten su existencia en el trabajo Evangélico activo, a otros para que en su actuar cotidiano sean testigos de la Salvación de Dios. Es cierto que no es fácil, que nos atacan por todos los lados, que estamos acosados, en ocasiones apurados, que nos derriban una y otra vez, pero no nos aplastan, no desesperamos, no nos rematan porque, como Santiago, en todo esto vencemos por Aquel que nos ha amado.