domingo, 29 de enero de 2017

IV Domingo del Tiempo Ordinario - La práctica de las Bienaventuranzas hace florecer la vida. Son mucho más que un bello poema que proclamamos con orgullo en celebraciones como ésta. Encierran un fermento tan revolucionario que apasiona a unos y saca de quicio a otros. El progreso humano sólo es posible si ponemos en juego estas líneas de sabiduría impresionante y de espiritualidad contrastada...

COMENTARIO.- La práctica de las Bienaventuranzas hace florecer la vida. Son mucho más que un bello poema que proclamamos con orgullo en celebraciones como ésta. Encierran un fermento tan revolucionario que apasiona a unos y saca de quicio a otros. El progreso humano sólo es posible si ponemos en juego estas líneas de sabiduría impresionante y de espiritualidad contrastada. Las Bienaventuranzas resumen el Evangelio y el Reino de Dios anunciado por Jesús. Todas coinciden en un objetivo: la felicidad. Constituyen un anuncio gozoso. Dios nos quiere felices. Más aún, los cristianos estamos llamados a meter felicidad en el mundo, una felicidad profunda, humana, personal y social, que afecta al presente y al futuro. Dios y Jesús nos entregan estas herramientas para construir la felicidad con acierto. Hay quien no las utiliza. A otros no les interesan; prefieren sus enredos, mantener su influencia rentable a toda costa, que no triunfe la justicia ni la igualdad... El resultado es que ni son felices en el fondo ni hacen felices a los demás. Aceptar las Bienaventuranzas supone forjarse una mentalidad alternativa, porque la de las Bienaventuranzas no es la que propaga el ambiente ni la que distribuye la publicidad. Más aún, en muchas situaciones supone ir contra corriente, porque implica optar por "la locura de la cruz" o hacerse "los necios por Cristo”, como decía San pablo. Podemos encontrar bonitas declaraciones sobre las Bienaventuranzas; pero a quienes las practican frecuentemente se les arrincona y hasta se les persigue. Las Bienaventuranzas expresan la nueva espiritualidad cristiana. Completan y van más lejos que los mandamientos. Proponen un modo de vivir posible, lógico, exigente, que enlaza con nuestras aspiraciones más nobles. Describen el ideal de Jesús y nuestro ideal. Para hacer Reino de Dios no hay otro camino que el de las Bienaventuranzas. P. Octavio Hidalgo, C.Ss.R.

sábado, 21 de enero de 2017

III Domingo del Tiempo Ordinario - Las llamadas de Jesús se siguen dando. La respuesta de los primeros discípulos fue dejar inmediatamente lo que tenían entre manos y seguirlo para evangelizar. ¿Respondemos nosotros con semejante rapidez?..

COMENTARIO.- Uno de los peores anti-testimonios que puede dar una comunidad es la división de sus miembros. Pablo sale al paso de este problema en la comunidad de Corinto: hay partidismos. Cualquier comunidad se debe aplicar la lección: entre los cristianos Jesús sólo puede ser causa de unidad. Si no es así, es que no estamos en la onda del mismo Espíritu. El ideal de la unidad es llegar incluso a "un mismo pensar y un mismo sentir". Si no se alcanza esta mentalidad común, no debe faltar la unidad en la diversidad. Por otra parte, en el fondo de todas las personas late un deseo básico y común de vivir más y mejor. Para Jesús este proyecto humano de vivir más y mejor tiene mucho que ver con lo que se entendía por Reino de Dios. Los judíos esperaban que un Mesías aseguraría la libertad de su pueblo, establecería justicia y haría brotar la paz que deseaban. Jesús anuncia que este Reinado de Dios tan deseado ha llegado ya en su persona. Por eso fue su gran pasión, el mensaje central de su predicación y la causa a la que dedicó por completo su vida. Tan importante fue para Él que no pudo menos de dejarla recogida en su oración fundamental: el padrenuestro. Pero Jesús no quiso que fuera sólo su preocupación, sino la preocupación principal de todos los que le siguieran. Por una parte, pide conversión para que el Reino de Dios entre en el interior de las personas; por otra, busca colaboradores, que primero forma y luego envía. Da la impresión que Jesús llama a los primeros que encuentra, que no busca a personas de especiales cualidades. Es decir que cualquiera vale para trabajar por el Reino de Dios. Lo que sí resalta el Evangelio es que cuando Jesús llama, hay que dejar algo..., porque hay que optar. Las llamadas de Jesús se siguen dando. La respuesta de los primeros discípulos fue dejar inmediatamente lo que tenían entre manos y seguirlo para evangelizar. ¿Respondemos nosotros con semejante rapidez? Si el Reino de Dios no comienza por uno mismo, difícilmente se puede testimoniar y anunciar. P.Hidalgo.

miércoles, 18 de enero de 2017

MESA REDONDA SOBRE LOS MENORES MIGRANTES VULNERABLES Y SIN VOZ

Nos invita el Papa a fijar nuestra mirada en los niños migrantes porque «son menores, extranjeros e indefensos… Ellos quienes más sufren las graves consecuencias de la emigración, casi siempre causada por la violencia, la miseria y las condiciones ambientales, factores a los que hay que añadir la globalización en sus aspectos negativos». Debemos tomar conciencia de que los niños migrantes son una parte de esos menores de edad que sufren las consecuencias de la injusticia, de la falta de respeto a sus derechos fundamentales y de la indiferencia de la sociedad. Un niño migrante no acompañado no tiene nada más que el día y la noche. Pensemos, por un momento las penurias que tiene que sufrir cuando sale de su país con lágrimas en los ojos mirando hacia atrás donde deja a sus padres porque no le pueden dar un futuro digno. Con arrojo y valentía, el adolescente migrante mira hacia adelante, busca un mundo mejor. Se une a los adultos que huyen de la hambruna, de la guerra o de la falta de libertad. Sufre las penalidades propias del camino migrante sin el calor del hogar, sin poder estudiar y jugar, con hambre y con sed. Sus almas laceradas por la injusticia se reflejan en sus rostros trises, inmóviles y sin expresión. Los gritos de dolor de estos pequeños, habitualmente se oyen muy poco en los medios de comunicación o en los Parlamentos. Alguien ha de gritar con ellos y en su nombre. Alguien ha de prestar su voz para que su situación llegue a oídos de quienes tienen la posibilidad de solucionar sus problemas. La Iglesia quiere estar al lado de estos menores migrantes y hacer todo lo posible para sensibilizar a la sociedad sobre esta dramática situación que están viviendo millones de niños que no tienen futuro porque la injusta sociedad humana se lo niega. El Papa Francisco nos recuerda en su mensaje que «nadie es extranjero en la comunidad cristiana, que abraza todas las naciones, razas, pueblos y lenguas» y propone que trabajemos todos unidos para «proteger, integrar y dar soluciones estables» a la situación que vive cada niño o adolescente inmigrante. En este sentido el Pontífice propone «que se adopten adecuados procedimientos nacionales y planes de cooperación acordados entre los países de origen y los de acogida, para eliminar las causas de la emigración forzada de los niños entre las que se encuentran los conflictos armados». Ni la sociedad ni el gobierno pueden mirar para otro lado y cerrar los ojos ante esta realidad. Es necesario seguir trabajando para que se promulguen leyes justas que apoyen la unidad familiar y respeten escrupulosamente los derechos del menor. Urge realizar todos los esfuerzos posibles para que la acogida de los menores migrantes, en los centros o en las familias, sea digna de modo que los menores puedan disfrutar de los medios necesarios para desarrollar su personalidad y superar los traumas que han dejado en ellos las circunstancias de la inmigración

domingo, 15 de enero de 2017

HOY EN LA JORNADA MUNDIAL DE LAS MIGRACIONES EN LA PARROQUIA DEL PERPETUO SOCORRO DE VIGO - MENORES MIGRANTES VULNERABLES Y SIN VOZ . RETO Y ESPERANZA - MONICIÓN DE ENTRADA: CONCLUIDO EL JUBILEO DE LA MISERICORDIA, EL PAPA NOS VUELVE A RECORDAR EN LA "JORNADA MUNDIAL DEL EMIGRANTE Y REFUGIADO" LA ACTITUD EVANGÉLICA DE LA ACOGIDA: "EL QUE ACOGE A UN NIÑO COMO ESTE EN MI NOMBRE, ME ACOGE A MI; Y EL QUE ME ACOGE A MI, NO ME ACOGE A MI, SINO AL QUE ME HA ENVIADO"...EN ESTA CELEBRACIÓN ENCOMENDAMOS A TODOS LOS NIÑOS EMIGRANTES Y A SUS FAMILIAS A LA PROTECCIÓN DE LA SAGRADA FAMILIA DE NAZARET, PARA QUE VELE SOBRE CADA UNO Y LOS ACOMPAÑE EN EL CAMINO HACIA UNA VIDA MEJOR...

HOY TAMBIÉN SE HOMENAJEO AL CRISTO NEGRO DE ESQUIPULAS DE GUATEMALA. HOY EN LA JORNADA MUNDIAL DE LAS MIGRACIONES - MENORES MIGRANTES VULNERABLES Y SIN VOZ. RETO Y ESPERANZA . - EN LA FOTO LA ASISTENCIA DE REPRESENTANTES DE LA ASOCIACIÓN AFRICANA AIDA Y LUISI MOTTA LEÓN SUBDELEGADA DIOCESANA DE LAS MIGRACIONES TUY - VIGO.

ORACIÓN POR LOS EMIGRANTES.- PADRE DE AMOR Y MISERICORDIA. PEDIMOS TU PROTECCIÓN DIVINA PARA TODAS LAS PERSONAS QUE HAN DEJADO SUS CASAS EN BUSCA DE NUEVAS OPORTUNIDADES EN OTRO PAIS....TE ROGAMOS EN PRIMER LUGAR, POR LOS REFUGIADOS QUE HAN ABANDONADO SUS HOGARES POR LA AMENAZAS DE VIOLENCIA..TE SUPLICAMOS LES PROPORCIONES UN REFUGIO SEGURO....POR LOS MIGRANTES VICTIMAS DE TRÁFICO DE ESCLAVOS. CONCÉDELES EL RESCATE Y LA FUERZA PARA EMPEZAR DE NUEVO.

NIÑAS DE LA ASOCIACIÓN AFRICA EN VIGO A.I.D.A. PARTICIPANDO EN LAS JORNADAS CON SU ASISTENCIA. HOY EN LA JORNADA MUNDIAL DE LAS MIGRACIONES - MENORES MIGRANTES VULNERABLES Y SIN VOZ. RETO Y ESPERANZA CON LA ASISTENCIA DE LA ASOCIACIÓN AFRICANA AIDA EN LA FOTO CON EL CELEBRANTE EL PADRE PEDRO CARRO ( DELEGADO DE LAS MIGRACIONES TUY VIGO) LUISI MOTTA LEÓN (SUBDELEGADA DIOCESANA DE LAS MIGRACIONES TUY VIGO) Y SANDRY REPRESENTANDO A LA ASOCIACIÓN AFRICANA A.I.D.A.

sábado, 14 de enero de 2017

Necesitamos manos tendidas que protejan, que sean paz.Personas e Instituciones conscientes y dispuestas a remangarse y velar por los que sufren - Infancia vulnerable, ilusiones y sueños pendiente de un hilo, fragilidad amenazada...Muros visibles e invisibles que dibujan la exclusión que apartan y rompen vidas ...Familias que desean estar unidas, que se arriesgan por un futuro mejor para sus hijos e hijas.

COMENTARIO EVANGELIO Los poemas sobre el siervo de Yahvé resumen con gran densidad simbólica los planes de Dios y las actitudes que corresponden a los creyentes. Según la primera lectura, Dios está orgulloso de este siervo. Pero le pide más: “Te hago luz de las naciones, para que mi salvación alcance hasta el confín de la tierra”. Nuestra Comunidad no puede quedar satisfecha con evangelizar sólo a los de cerca. Hasta los últimos rincones de la sociedad ha de llegar la salvación. Dios estará orgulloso de nosotros si nos desgastamos por el Evangelio, ampliando más y más el horizonte de la misión. "Aquí estoy para hacer tu voluntad” es la respuesta y la actitud idóneas del verdadero creyente. Evangelizar es una tarea siempre abierta. El Evangelio resalta "al Cordero de Dios que quita el pecado del mundo". Juan el Bautista tiene la capacidad espiritual de descubrir en Jesús la persona que lucha a brazo partido contra la maldad y la coloca a sus pies. En la tradición judía el cordero es un símbolo pascual: evoca la liberación de Egipto. Jesús, como cordero inmolado en la cruz, nos redime, nos reconcilia y nos invita a vivir el estilo pascual que consiste en ser personas renovadas según el Evangelio. Seguir a Jesús comporta romper con el “pecado del mundo”, con ese modo de pensar y de vivir, infiltrado en nuestros ambientes, que no va con el Evangelio y que es como un veneno que nos intenta contaminar. Los cristianos no tenemos un proyecto mejor por el que luchar, que el revelado por Jesús. Su persona y su mensaje están cargados de razón. Esta capacidad de visión y de testimonio es necesaria en todos los tiempos. Nuestra Comunidad ha de alumbrar incesantemente hombres y mujeres que aporten la cultura del Evangelio al ambiente vecinal. Más aún, como Juan el Bautista, nuestra Comunidad debe saber presentar en medio del pueblo al que quita el pecado del mundo. ¿Estará Dios orgulloso de nosotros?. P.Hidalgo

miércoles, 11 de enero de 2017

JORNADA MUNDIAL DEL EMIGRANTE Y DEL REFUGIADO

SEMANA DE ORACIÓN - POR LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS 2017

A TODOS LOS QUE ORGANIZAN LA SEMANA DE ORACIÓN POR LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS


Buscar la unidad durante todo el año En el hemisferio norte la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos se celebra tradicionalmente del 18 al 25 de enero. Estas fechas fueron propuestas en 1908 por Paul Watson para cubrir el periodo entre la fiesta de san Pedro y la de san Pablo, que tienen un hondo significado. En el hemisferio sur donde el mes de enero es tiempo de vacaciones de verano, las Iglesias frecuentemente adoptan otras fechas para celebrar la Semana de Oración, por ejemplo en torno a Pentecostés (sugerido por el movimiento Fe y Constitución en 1926), que representa también otra fecha significativa para la unidad de la Iglesia. Teniendo presente esta exigencia de flexibilidad, invitamos a utilizar estos materiales a lo largo de todo el año para expresar el grado de comunión que las Iglesias ya han alcanzado y para orar juntos para llegar a la plena unidad querida por Cristo. Adaptar los textos Estos materiales se ofrecen con el entendimiento de que siempre que sea posible se adaptarán para ser utilizados localmente. Al hacerlo, se deberán tener en cuenta las prácticas litúrgicas y devocionales locales así como el contexto socio-cultural. Tal adaptación debería hacerse a través de una colaboración ecuménica. En algunos lugares estas estructuras ecuménicas para adaptar los materiales ya existen; en otros, esperamos que la necesidad de que sean adaptados constituya un estímulo para la creación de estas estructuras. Cómo utilizar los textos de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos —— Para las Iglesias y las comunidades cristianas que celebran juntas la Semana de Oración en un solo acto se ofrece un modelo de Celebración ecuménica. —— Las Iglesias y las comunidades cristianas pueden igualmente incorporar a sus propias celebraciones oraciones y textos de la Semana de Oración. 5 Las oraciones de la Celebración ecuménica y del Octavario y las reflexiones sobre los textos bíblicos pueden también utilizarse según se considere oportuno en cada situación. —— Las Iglesias y comunidades cristianas que celebran la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos cada día de la semana, pueden encontrar sugerencias en los textos propuestos para el Octavario. —— A las personas que desean realizar estudios bíblicos sobre el tema de la Semana de Oración, pueden servir de apoyo los textos y las reflexiones bíblicas propuestas para el Octavario. Las reflexiones que se tengan cada día pueden terminar con un momento final de oración de intercesión. —— Para las personas que desean orar en privado, los textos de este folleto pueden ayudar a focalizar las intenciones por las que oran y a que se sientan en comunión con otros que en todo el mundo oran por una mayor unidad visible de la Iglesia de Cristo.


                                  Texto bíblico para el 2017


2 Corintios 5, 14-20

En todo caso, es el amor de Cristo el que nos apremia, al pensar que, si uno murió por todos, todos en cierto modo han muerto. Cristo, en efecto, murió por todos, para que quienes viven, ya no vivan más para sí mismos, sino para aquel que murió y resucitó por ellos. Así que en adelante a nadie valoramos con criterios humanos. Y si en algún tiempo valoramos a Cristo con esos criterios, ahora ya no. Quien vive en Cristo es una nueva criatura; lo viejo ha pasado y una nueva realidad está presente.

Todo se lo debemos a Dios que nos ha puesto en paz con él por medio de Cristo y nos ha confiado la tarea de llevar esa paz a los demás. Porque sin tomar en cuenta los pecados de la humanidad, Dios hizo la paz con el mundo por medio de Cristo y a nosotros nos ha confiado ese mensaje de paz. Somos, pues, embajadores de Cristo y es como si Dios mismo os exhortara sirviéndose de nosotros. En nombre de Cristo os pedimos que hagáis las paces con Dios. Al que no tuvo experiencia de pecado, Dios lo trató por nosotros como al propio pecado, para que, por medio de él, experimentemos nosotros la fuerza salvadora de Dios.

Biblia Traducción Interconfesional (BTI)

                                                                     ORACIÓN


Eres fiel con quien es fiel,honrado con el honrado,sincero con el sincero,sagaz con el retorcido.Porque tú salvas al pueblo humilladoy abates las miradas altivas.Respuesta: Te amo, Señor, fortaleza mía. Tú enciendes mi lámpara, Señor,iluminas, ¡oh Dios!, mi oscuridad.Contigo me lanzo al asalto, con mi Dios franqueo la muralla.El camino de Dios es perfecto,la palabra del Señor exquisita;es un escudo para los que en él confían.Pues, ¿quién es Dios, aparte del Señor?¿Quién una fortaleza, sino nuestro Dios?Dios es quien me ciñe de fuerzay hace perfecto mi camino.
Respuesta: Te amo, Señor, fortaleza mía.

 

Reflexiones bíblicas y oraciones para el octavario
Día 1: Uno murió por todos (2 Cor 5, 14)

  1. Isaías 53, 4-12 Entregó su vida como ofrenda expiatoria
  2. Salmo 118, 1. 14-29 No me ha entregado a la muerte
  3. 1 Juan 2, 1-2 Jesucristo murió para que nuestros pecados sean perdonados
  4. Juan 15, 13-17 Dar la vida por los amigos


Comentario
 
 
Cuando Pablo se convirtió a Cristo llegó a un entendimiento radicalmente nuevo: una persona murió por todos. Jesús no murió solo por su pueblo, ni solo por aquellos que simpatizaban con sus enseñanzas. Murió por todos los pueblos, pasados, presentes y futuros. Muchos cristianos, fieles al Evangelio, han entregado sus vidas por sus amigos a lo largo de los siglos. Una de estas personas fue el franciscano Maximiliano Kolbe, que fue encarcelado en el campo de concentración nazi de Auschwitz, y que en 1941, voluntariamente, entregó su vida para que un compañero prisionero pudiera vivir.

Ya que Cristo murió por todos, «todos en cierto modo han muerto» (2 Co 5, 14). Muriendo con Cristo, nuestro viejo modo de vida se ha vuelto una cosa del pasado y hemos entrado en una nueva forma de existencia: la vida en abundancia –una vida en la que podemos experimentar consuelo, confianza y perdón, también hoy– una vida que continúa teniendo sentido también después de la muerte. Esta nueva vida es vida en Dios.

Habiendo llegado a este entendimiento, Pablo sentía que el amor de Cristo lo apremiaba a predicar la Buena Noticia de la reconciliación con Dios. Las Iglesias cristianas comparten este mismo mandato de proclamar el mensaje evangélico. Debemos preguntarnos a la luz de nuestras divisiones cómo podemos anunciar este Evangelio de la reconciliación.
 
Preguntas
 
 
  1. ¿Qué significa decir que Jesús «murió por todos»?



 

  1. El pastor alemán Dietrich Bonhoeffer escribía: «Soy hermano de otra persona gracias a lo que Jesucristo hizo por mí y me hizo a mí; la otra persona se ha vuelto un hermano para mí gracias a lo que Jesucristo hizo por él». ¿Cómo afecta esto a la forma en la que veo a los demás?
  2. ¿Cuáles son las consecuencias de esto para el diálogo ecuménico e interreligioso?

 
 
Oración
 
 
Dios y Padre,en Jesús nos diste a aquel que murió por todos.Él vivió nuestra vida y murió nuestra muerte.Tú aceptaste su sacrificio y lo elevaste a una nueva vida junto a ti.Concédenos a nosotros, que hemos muerto con él,poder hacernos uno por el Espíritu Santo,y vivir en la abundancia de tu divina presencia ahora y por siempre. Amén.
 
Día 2: Ya no vivan más para sí mismos (2 Corintios 5, 15)
 
 
  1. Miqueas 6, 6-8 Se te ha hecho conocer lo que está bien
  2. Salmo 25, 1-5 Señor, muéstrame tus caminos
  3. 1 Juan 4, 19-21 Amemos, pues, nosotros porque Dios nos amó primero
  4. Mateo 16, 24-26 El que entregue su vida por mi causa, ese la encontrará



Comentario
 
 
Por medio de la muerte y la resurrección de Jesucristo hemos sido liberados de crearnos nuestro propio sentido y de vivir solo a partir de nuestras fuerzas. Por el contrario, vivimos en el poder dador de vida de Cristo, que vivió, murió y resucitó por nosotros. Cuando «perdemos» nuestra vida por él, la encontramos.

Los profetas se enfrentaron constantemente a la pregunta acerca del modo correcto de vivir cara a Dios. El profeta Miqueas encontró una respuesta muy clara a esta pregunta: «respetar el derecho, practicar con amor la misericordia
 
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y caminar humildemente con tu Dios». El autor del salmo 25 sabía que no podemos hacer esto por nuestra cuenta y clamaba a Dios para que le diera luz y fuerza.

En los últimos años, el aislamiento social y la creciente soledad se han vuelto asuntos importantes en Alemania, como también en otras sociedades contemporáneas. Los cristianos están llamados a desarrollar nuevas formas de vida comunitaria en las que compartimos nuestros medios de sustento con los demás y afianzamos la ayuda entre las generaciones. El llamamiento evangélico a no vivir para nosotros mismos sino para Cristo es también un llamamiento a abrirnos a los demás y a romper las barreras que nos aíslan.
 
Preguntas
 
 
  1. ¿De qué manera nuestra cultura nos tienta a vivir solo para nosotros mismos en vez de para los demás?
  2. ¿De qué formas podemos vivir para los demás en nuestra vida de todos los días?
  3. ¿Cuáles son las implicaciones ecuménicas del llamamiento a no vivir ya para nosotros mismos?


Oración
 
 
Dios Padre nuestro,en Jesucristo nos has liberado para una vida que va más allá de nosotros mismos.Condúcenos con tu Espírituy ayudános a vivir nuestras vidas como hermanos y hermanas en Cristo,que vivió, sufrió, murió y resucitó por nosotrosy que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
 

Día 3: A nadie valoramos con criterios humanos (2 Corintios 5, 16)
 
 

  1. 1 Samuel 16, 1. 6-7 Pues vosotros os fijáis en las apariencias, pero yo miro al corazón
  2. Salmo 19, 7-13 El mandamiento del Señor es nítido, llena los ojos de luz
  3. Hechos 9, 1-19 Saulo se convierte en Pablo
  4. Mateo 5, 1-12 Las bienaventuranzas



 
Comentario
 
 
Encontrarse con Cristo cambia todo de arriba a abajo. Pablo tuvo esa experiencia de camino a Damasco. Por primera vez pudo ver a Jesús como quien era realmente: el Salvador del mundo. Su perspectiva cambió radicalmente. Tuvo que poner a un lado su juicio humano y mundano.

Encontrarnos con Cristo cambia también nuestra perspectiva. Sin embargo, muchas veces permanecemos en el pasado y juzgamos según criterios humanos. Pretendemos decir y hacer cosas «en el nombre del Señor», cuando en realidad pueden ser autorreferenciales. A lo largo de la historia, en Alemania y en muchos otros países, tanto las Iglesias como los gobernantes han abusado de su poder e influencia para perseguir fines políticos injustos.
 
En 1741, los cristianos de la Iglesia de Moravia (Herrnhuter), transformados por su encuentro con Cristo, respondieron al llamamiento de no valorar a nadie con criterios humanos y eligieron «someterse al gobierno de Cristo». Al someternos nosotros hoy al gobierno de Cristo, estamos llamados a ver a los demás como los ve Dios, sin desconfianza ni prejuicios.




Preguntas
 
 
  1. ¿Dónde puedo identificar yo experiencias de Damasco en mi vida?
  2. ¿Qué es lo que cambia cuando miramos a los demás cristianos y a las personas de otras confesiones con los ojos de Dios?



 
 
Oración
 
 
Dios trino, eres el origen y el fin de todo lo que existe.Perdónanos cuando solo pensamos en nosotros mismos y nos ciegan nuestros propios criterios.Enséñanos a ser amables, acogedores y misericordiosos, para que podamos crecer en la unidad que es un don tuyo.A ti sea el honor y la alabanza por los siglos de los siglos. Amén.
 
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Día 4: Lo viejo ha pasado (2 Corintios 5, 17)
 
 
  1. Génesis 19, 15-26 No mires atrás
  2. Salmo 77, 5-15 Dios es siempre fiel
  3. Filipenses 3, 7-14 Olvido lo que he dejado atrás
  4. Lucas 9, 57-62 Pon tu mano en el arado



 
Comentario
 
 
Muchas veces vivimos desde el pasado. Mirar atrás puede ser útil y con frecuencia es necesario para sanar la memoria, pero también nos puede paralizar y nos puede impedir vivir en el presente. El mensaje de Pablo aquí es liberador: «lo viejo ha pasado».

La Biblia nos anima a tener en cuenta el pasado, a tomar fuerzas de la memoria y a recordar lo que Dios ha hecho, pero también nos pide dejar lo viejo, incluso lo que ha sido bueno, para poder seguir a Cristo y vivir una vida nueva en él.

A lo largo de este año muchos cristianos están conmemorando la labor de Martín Lutero y de otros reformadores. La Reforma cambió muchas cosas en la vida de la Iglesia de occidente. Muchos cristianos dieron un testimonio heroico y muchos fueron renovados en su vida cristiana. Al mismo tiempo, como nos muestra la Escritura, es importante que el pasado no nos limite, sino que dejemos que el Espíritu Santo nos abra a un nuevo futuro en el que se superen las divisiones y el pueblo de Dios sea salvado.
 
Preguntas
 
 
  1. ¿Qué podemos aprender al leer juntos la historia de nuestras divisiones y desconfianzas?
  2. ¿Qué debe cambiar en mi Iglesia para superar las divisiones y fortalecer lo que nos une?



 
 
Oración
 
 
Señor Jesucristo,el mismo ayer, hoy y siempre.Cura las heridas de nuestro pasado;
 
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bendice hoy nuestra peregrinación hacia la unidady condúcenos hacia tu futuro,en el que serás todo en todos,con el Padre y el Espíritu Santo,por los siglos de los siglos. Amén.
 
Día 5: Una nueva realidad está presente (2 Corintios 5, 17)
 
 
  1. Ezequiel 36, 25-27 Os daré un corazón nuevo
  2. Salmo 126 Estamos alegres
  3. Colosenses 3, 9-17 Renovados en Cristo
  4. Juan 3, 1-8 Nacer del Espíritu



 
 
Comentario
 
 
Pablo se encontró con Cristo, el Señor resucitado, y se convirtió en una persona nueva, así como le pasa a todos los que creen en Cristo. Esta nueva realidad no es visible a simple vista. Es una realidad de fe. Dios vive en nosotros por el poder del Espíritu Santo y nos hace participar en la vida de la Trinidad.

Por este acto de nueva creación se supera el pecado original y se nos inserta en una relación salvífica con Dios. De ahí que se puedan decir cosas verdaderamente extraordinarias de nosotros. Como dijo Pablo: en Cristo somos una nueva criatura; en su resurrección la muerte ha sido vencida; ninguna persona o cosa nos puede arrebatar de las manos de Dios; somos uno en Cristo y él vive en nosotros. En Cristo somos «un reino de sacerdotes» (Ap 5, 10), al darle gracias por haber vencido la muerte y al proclamar la promesa de una nueva creación.

Esta nueva vida se hace visible cuando le permitimos que tome forma en nosotros y nos volvemos «compasivos, benignos, humildes, pacientes y comprensivos». También tiene que hacerse visible en nuestras relaciones ecuménicas. Una convicción común en muchas Iglesias es que cuanto más estemos en Cristo, más cerca estaremos unas de otras. De un modo especial en este 500 aniversario de la Reforma, recordamos tanto los éxitos como también las tragedias de nuestra historia. El amor de Cristo nos apremia a vivir como nuevas criaturas, buscando activamente la unidad y la reconciliación.
 
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Preguntas
 
 
  1. ¿Qué es lo que me ayuda a reconocer que soy una nueva creación en Cristo?
  2. ¿Qué pasos tengo que dar para vivir mi nueva vida en Cristo?
  3. ¿Cuáles son las implicaciones ecuménicas de ser una nueva creación?



 
 
Oración
 
 
Dios trino, te nos has revelado como Padre y Creador, como Hijo y Salvador, como Espíritu y dador de vida, y sin embargo eres uno. Superas y trasciendes nuestras fronteras humanas y nos renuevas. Danos un corazón nuevo para superar todo lo que pone en peligro nuestra unidad en ti. Lo pedimos en el nombre de Jesucristo, por el poder del Espíritu Santo. Amén.
 
Día 6: Dios nos ha reconciliado con él (2 Corintios 5, 18)
 
 
  1. Génesis 17, 1-8 Dios hace una alianza con Abrahán
  2. Salmo 98 Los confines de la tierra han visto la victoria de nuestro Dios
  3. Romanos 5, 6-1 Dios nos ha restablecido en su amistad por la muerte de Cristo
  4. Lucas 2, 8-14 Traer una Buena Noticia



 
 
Comentario
 
 
La reconciliación tiene dos caras: es al mismo tiempo fascinante y aterradora. Nos atrae de modo que la deseamos: dentro de nosotros, entre nosotros y entre nuestras diferentes tradiciones confesionales. Pero nos damos cuenta del precio a pagar y esto nos aterra, ya que la reconciliación implica renunciar a nuestro deseo de poder y de reconocimiento. En Cristo, Dios nos reconcilia gratuitamente consigo, aunque nos hayamos separado de él. La acción de Dios, sin embargo, trasciende también esto: Dios no solo reconcilia consigo a la humanidad, sino a toda la creación.

En el Antiguo Testamento Dios es fiel y misericordioso con el pueblo de Israel, con el que hizo una alianza. Esta alianza sigue vigente: «los dones y el
 
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llamamiento divinos son irrevocables» (Rm 11, 29). Jesús, que inauguró la nueva alianza en su sangre, era un hijo de Israel. Muchas veces a lo largo de la historia nuestras Iglesias han fallado a la hora de reconocer esto. Desde el Holocausto se ha vuelto un compromiso distintivo de las Iglesias en Alemania combatir el antisemitismo. Del mismo modo, todas las Iglesias están llamadas a llevar a cabo la reconciliación en sus comunidades y a resistir cualquier forma de discriminación humana, ya que todos somos parte de la alianza de Dios.
 
Preguntas
 
 
  1. ¿En cuanto comunidades cristianas cómo entendemos el formar parte de la alianza de Dios?
  2. ¿Qué tipos de discriminación deben combatir nuestras Iglesias hoy en nuestra sociedad?



 
 
Oración
 
 
Dios misericordioso, desde el amor hiciste una alianza con tu pueblo. Danos fuerza para resistir toda forma de discriminación. Haz que el don de tu alianza de amor nos llene de alegría y nos inspire una mayor unidad. Te lo pedimos por medio de Jesucristo, el Señor resucitado, que vive y reina contigo y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén.
 
Día 7: El ministerio de la reconciliación (2 Corintios 5, 18-19)
 
 
  1. Génesis 50, 15-21 José se reconcilia con sus hermanos
  2. Salmo 72 El reino de Dios trae justicia y paz
  3. 1 Juan 3, 16b-21 El amor de Dios nos obliga a amarnos unos a otros
  4. Juan 17, 20-26 Jesús ora por la unidad de la Iglesia



 
 
Comentario
 
 
La reconciliación entre Dios y la humanidad es la realidad central de nuestra fe cristiana. Pablo estaba convencido de que el amor de Cristo nos apremia a hacer que la reconciliación de Dios se haga presente en todos los ámbitos de nuestra vida. Hoy en día esto nos lleva a examinar nuestras conciencias acer
 

ca de nuestras divisiones. Como demuestra la historia de José, Dios siempre otorga la gracia necesaria para sanar las relaciones rotas.
Los grandes reformadores como Martín Lutero, Ulrico Zuinglio y Juan Calvino, como también muchos que permanecieron católicos, como Ignacio de Loyola, Francisco de Sales y Carlos Borromeo, intentaron conseguir que la Iglesia occidental se renovara. Sin embargo, lo que debería haber sido una historia de la gracia de Dios, estuvo también marcada por el pecado de los hombres y se volvió una historia del desgarramiento de la unidad del pueblo de Dios. De la mano del pecado y de las guerras, la hostilidad mutua y la sospecha fueron creciendo a lo largo de los siglos.
El ministerio de la reconciliación incluye la tarea de superar las divisiones dentro del cristianismo. Hoy en día, muchas Iglesias cristianas trabajan juntas con mutuo respeto y confianza. Un ejemplo positivo de reconciliación ecuménica es el diálogo entre la Federación Luterana Mundial y el Congreso Mundial Menonita. Después de que se hicieron públicos los resultados de este diálogo en el documento «La sanación de las memorias: reconciliación por medio de Cristo», las dos entidades organizaron juntas una celebración penitencial en 2010 que fue seguida de otras celebraciones penitenciales por toda Alemania y en muchos otros países.
Preguntas


  1. ¿Dónde percibimos la necesidad de un ministerio de la reconciliación en nuestro contexto?
  2. ¿Cómo estamos haciendo frente a esta necesidad?


Oración

Dios de toda bondad, te damos gracias por habernos reconciliado a nosotros y a toda la creación contigo en Cristo. Capacítanos a nosotros, a nuestras congregaciones y a nuestras Iglesias para el ministerio de la reconciliación. Sana nuestros corazones y ayúdanos a propagar tu paz. «Donde haya odio, que sembremos amor; donde haya ofensa, perdón; donde haya duda, fe; donde haya desesperación, esperanza; donde haya tinieblas, luz; donde haya tristeza, gozo».


 

Te lo pedimos en el nombre de Jesucristo, por el poder del Espíritu Santo. Amén.
Día 8: Reconciliados con Dios (2 Corintios 5, 20)


  1. Miqueas 4, 1-5 En los últimos días reinará la justicia
  2. Salmo 87 Maravillas se cuentan de ti, ciudad de Dios
  3. Apocalipsis 21, 1-5a Dios hará un cielo nuevo y una tierra nueva
  4. Juan 20, 11-18 Encontrarse con el Señor resucitado lleva a la misión personal


Comentario


¿Y si...? ¿Y si las profecías de la Biblia se hicieran realidad? ¿Y si las guerras entre los pueblos se detuvieran y se hicieran de las armas instrumentos de vida? ¿Y si la justicia de Dios y la paz reinaran, una paz que fuera más que la simple ausencia de guerra? ¿Y si toda la humanidad se juntara para una celebración en la que ni tan siquiera se marginara a una persona? ¿Y si no hubiera ya luto, ni llanto, ni muerte? Sería la plenitud de la reconciliación realizada por Dios en Jesucristo. ¡Sería el cielo!
Los salmos, los cánticos y los himnos cantan el día cuando toda la creación llegada a su plenitud finalmente alcance su meta, el día en que Dios será «todo en todos». Hablan de la esperanza cristiana, del cumplimiento del reino de Dios en el que el sufrimiento se convertirá en alegría. En aquel día, la Iglesia será revelada en su hermosura y gracia como el único cuerpo de Cristo. Siempre que nos reunimos en el Espíritu para cantar juntos el cumplimiento de las promesas de Dios, se abren los cielos y empezamos a bailar aquí y ahora al son de la melodía de la eternidad.
Puesto que ya podemos experimentar esta presencia del cielo, celebremos juntos. Podemos sentirnos inspirados para compartir imágenes, poesías y cantos de nuestra tradición particular. Estos recursos pueden abrir espacios para que experimentemos nuestra fe común y nuestra esperanza del Reino de Dios.
Preguntas


  1. ¿Cómo te imaginas el cielo?

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  1. ¿Qué canciones, historias, poesías e imágenes de tu tradición te transmiten la sensación de estar participando en la realidad de la eternidad de Dios?


Oración

 
 

Dios trino, Padre, Hijo y Espíritu Santo, te damos gracias por esta Semana de Oración, por estar juntos como cristianos y por los distintos modos en que hemos sentido tu presencia. Haz que siempre podamos alabar juntos tu santo nombre para que podamos seguir creciendo en la unidad y la reconciliación. Amén.
Oh,Gloria canten a tilas humanas y angélicas lenguas con arpas y címbalos.De doce perlas son las puertasde tu ciudad; seremos compañeros de los ángeles en torno a tu alto trono.Ojo ninguno ha visto,ni oído alguno Seremos felices,¡oh, oh!,eternamente en dulce júbilo.
[Traducción al castellano: Saúl Botero-Restrepo. Alemán: Wachet auf, ruft uns die Stimme de Philipp Nicolai (1599); inglés: Wake, awake, the night is flying (tercera stanza), traducida por Catherine Winkworth].


sábado, 7 de enero de 2017

Bautismo del Señor.- A lo largo de estos días venimos profundizando, de diferentes modos, la gran verdad de nuestra fe: Dios nos ha visitado y redimido. Hoy consideramos que esta visita redentora es para todo pueblo y cultura. Epifanía es manifestación de Dios, pero poniendo de relieve el carácter universal de la salvación...

COMENTARIO.- A lo largo de estos días venimos profundizando, de diferentes modos, la gran verdad de nuestra fe: Dios nos ha visitado y redimido. Hoy consideramos que esta visita redentora es para todo pueblo y cultura. Epifanía es manifestación de Dios, pero poniendo de relieve el carácter universal de la salvación. Está claro que nuestro Dios no admite ningún tipo de privilegio que recorte el acceso y el disfrute del Evangelio. El regalo de Jesús es para todos y su proyección ha de alcanzar igualmente a todos. Por eso la festividad de hoy tiene una perspectiva y un alcance misioneros: la distribución de la gracia de Dios ha de llegar a todos los rincones del mundo. También resaltamos en este día que Jesús es la gran Estrella, con una luz tan intensa, que orienta y humaniza como nadie. Los hijos de las tinieblas intentan desviarnos de su influjo, despistarnos... Hay un entramado de montajes y de propaganda para arrastrarnos tras otros liderazgos menores, que, en muchos casos, son turbios, cuando no falsos: estrellas del dinero, de la política, del deporte, astros de la música, del cine... Nosotros no doblamos la rodilla ante nadie más que ante el único Señor: Jesús, exaltado por Dios Padre, porque fue fiel hasta la muerte y muerte de Cruz. En resumen, hoy hemos de realzar el sentido misionero de nuestra fe. Los que hemos conocido a Jesús y hemos experimentado el impacto del Evangelio somos ahora los encargados de que su influjo humano llegue a todos. Actualmente nosotros somos las manos, los pies, los labios, es decir, los medios humanos del Jesús misionero. P.Hidalgo.

jueves, 5 de enero de 2017

Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado 2017

Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado 2017 El 15 de enero se celebra la Jornada Mundial del emigrante y del refugiado con el lema, “Menores migrantes vulnerables y sin voz. Reto y esperanza”. Un lema con el papa Francisco nos invita a fijar nuestra mirada en los niños migrantes porque “son menores, extranjeros e indefensos… Ellos quienes más sufren las graves consecuencias de la emigración, casi siempre causada por la violencia, la miseria y las condiciones ambientales, factores a los que hay que añadir la globalización en sus aspectos negativos.” “Menores migrantes vulnerables y sin voz. Reto y esperanza”.

Epifanía del Señor, solemnidad - A lo largo de estos días venimos profundizando, de diferentes modos, la gran verdad de nuestra fe: Dios nos ha visitado y redimido. Hoy consideramos que esta visita redentora es para todo pueblo y cultura. Epifanía es manifestación de Dios, pero poniendo de relieve el carácter universal de la salvación...

COMENTARIO: A lo largo de estos días venimos profundizando, de diferentes modos, la gran verdad de nuestra fe: Dios nos ha visitado y redimido. Hoy consideramos que esta visita redentora es para todo pueblo y cultura. Epifanía es manifestación de Dios, pero poniendo de relieve el carácter universal de la salvación. Está claro que nuestro Dios no admite ningún tipo de privilegio que recorte el acceso y el disfrute del Evangelio. El regalo de Jesús es para todos y su proyección ha de alcanzar igualmente a todos. Por eso la festividad de hoy tiene una perspectiva y un alcance misioneros: la distribución de la gracia de Dios ha de llegar a todos los rincones del mundo. También resaltamos en este día que Jesús es la gran Estrella, con una luz tan intensa, que orienta y humaniza como nadie. Los hijos de las tinieblas intentan desviarnos de su influjo, despistarnos... Hay un entramado de montajes y de propaganda para arrastrarnos tras otros liderazgos menores, que, en muchos casos, son turbios, cuando no falsos: estrellas del dinero, de la política, del deporte, astros de la música, del cine... Nosotros no doblamos la rodilla ante nadie más que ante el único Señor: Jesús, exaltado por Dios Padre, porque fue fiel hasta la muerte y muerte de Cruz. En resumen, hoy hemos de realzar el sentido misionero de nuestra fe. Los que hemos conocido a Jesús y hemos experimentado el impacto del Evangelio somos ahora los encargados de que su influjo humano llegue a todos. Actualmente nosotros somos las manos, los pies, los labios, es decir, los medios humanos del Jesús misionero. P.Hidalgo.

domingo, 1 de enero de 2017

MENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO PARA LA CELEBRACIÓN DE LA 50 JORNADA MUNDIAL DE LA PAZ - 1 DE ENERO 2017

«La no violencia: un estilo de política para la paz» 1. Al comienzo de este nuevo año formulo mis más sinceros deseos de paz para los pueblos y para las naciones del mundo, para los Jefes de Estado y de Gobierno, así como para los responsables de las comunidades religiosas y de los diversos sectores de la sociedad civil. Deseo la paz a cada hombre, mujer, niño y niña, a la vez que rezo para que la imagen y semejanza de Dios en cada persona nos permita reconocernos unos a otros como dones sagrados dotados de una inmensa dignidad. Especialmente en las situaciones de conflicto, respetemos su «dignidad más profunda»[1] y hagamos de la no violencia activa nuestro estilo de vida. Este es el Mensaje para la 50 Jornada Mundial de la Paz. En el primero, el beato Papa Pablo VI se dirigió, no sólo a los católicos sino a todos los pueblos, con palabras inequívocas: «Ha aparecido finalmente con mucha claridad que la paz es la línea única y verdadera del progreso humano (no las tensiones de nacionalismos ambiciosos, ni las conquistas violentas, ni las represiones portadoras de un falso orden civil)». Advirtió del «peligro de creer que las controversias internacionales no se pueden resolver por los caminos de la razón, es decir de las negociaciones fundadas en el derecho, la justicia, la equidad, sino sólo por los de las fuerzas espantosas y mortíferas». Por el contrario, citando Pacem in terris de su predecesor san Juan XXIII, exaltaba «el sentido y el amor de la paz fundada sobre la verdad, sobre la justicia, sobre la libertad, sobre el amor»[2]. Impresiona la actualidad de estas palabras, que hoy son igualmente importantes y urgentes como hace cincuenta años. En esta ocasión deseo reflexionar sobre la no violencia como un estilo de política para la paz, y pido a Dios que se conformen a la no violencia nuestros sentimientos y valores personales más profundos. Que la caridad y la no violencia guíen el modo de tratarnos en las relaciones interpersonales, sociales e internacionales. Cuando las víctimas de la violencia vencen la tentación de la venganza, se convierten en los protagonistas más creíbles en los procesos no violentos de construcción de la paz. Que la no violencia se trasforme, desde el nivel local y cotidiano hasta el orden mundial, en el estilo característico de nuestras decisiones, de nuestras relaciones, de nuestras acciones y de la política en todas sus formas. Un mundo fragmentado 2. El siglo pasado fue devastado por dos horribles guerras mundiales, conoció la amenaza de la guerra nuclear y un gran número de nuevos conflictos, pero hoy lamentablemente estamos ante una terrible guerra mundial por partes. No es fácil saber si el mundo actualmente es más o menos violento de lo que fue en el pasado, ni si los modernos medios de comunicación y la movilidad que caracteriza nuestra época nos hace más conscientes de la violencia o más habituados a ella. En cualquier caso, esta violencia que se comete «por partes», en modos y niveles diversos, provoca un enorme sufrimiento que conocemos bien: guerras en diferentes países y continentes; terrorismo, criminalidad y ataques armados impredecibles; abusos contra los emigrantes y las víctimas de la trata; devastación del medio ambiente. ¿Con qué fin? La violencia, ¿permite alcanzar objetivos de valor duradero? Todo lo que obtiene, ¿no se reduce a desencadenar represalias y espirales de conflicto letales que benefician sólo a algunos «señores de la guerra»? La violencia no es la solución para nuestro mundo fragmentado. Responder con violencia a la violencia lleva, en el mejor de los casos, a la emigración forzada y a un enorme sufrimiento, ya que las grandes cantidades de recursos que se destinan a fines militares son sustraídas de las necesidades cotidianas de los jóvenes, de las familias en dificultad, de los ancianos, de los enfermos, de la gran mayoría de los habitantes del mundo. En el peor de los casos, lleva a la muerte física y espiritual de muchos, si no es de todos. La Buena Noticia 3. También Jesús vivió en tiempos de violencia. Él enseñó que el verdadero campo de batalla, en el que se enfrentan la violencia y la paz, es el corazón humano: «Porque de dentro, del corazón del hombre, salen los pensamientos perversos» (Mc 7,21). Pero el mensaje de Cristo, ante esta realidad, ofrece una respuesta radicalmente positiva: él predicó incansablemente el amor incondicional de Dios que acoge y perdona, y enseñó a sus discípulos a amar a los enemigos (cf. Mt 5,44) y a poner la otra mejilla (cf. Mt 5,39). Cuando impidió que la adúltera fuera lapidada por sus acusadores (cf. Jn 8,1-11) y cuando, la noche antes de morir, dijo a Pedro que envainara la espada (cf. Mt 26,52), Jesús trazó el camino de la no violencia, que siguió hasta el final, hasta la cruz, mediante la cual construyó la paz y destruyó la enemistad (cf. Ef 2,14-16). Por esto, quien acoge la Buena Noticia de Jesús reconoce su propia violencia y se deja curar por la misericordia de Dios, convirtiéndose a su vez en instrumento de reconciliación, según la exhortación de san Francisco de Asís: «Que la paz que anunciáis de palabra la tengáis, y en mayor medida, en vuestros corazones»[3]. Ser hoy verdaderos discípulos de Jesús significa también aceptar su propuesta de la no violencia. Esta —como ha afirmado mi predecesor Benedicto XVI— «es realista, porque tiene en cuenta que en el mundo hay demasiada violencia, demasiada injusticia y, por tanto, sólo se puede superar esta situación contraponiendo un plus de amor, un plus de bondad. Este “plus” viene de Dios»[4]. Y añadía con fuerza: «para los cristianos la no violencia no es un mero comportamiento táctico, sino más bien un modo de ser de la persona, la actitud de quien está tan convencido del amor de Dios y de su poder, que no tiene miedo de afrontar el mal únicamente con las armas del amor y de la verdad. El amor a los enemigos constituye el núcleo de la “revolución cristiana”»[5]. Precisamente, el evangelio del amad a vuestros enemigos (cf. Lc 6,27) es considerado como «la charta magna de la no violencia cristiana», que no se debe entender como un «rendirse ante el mal […], sino en responder al mal con el bien (cf. Rm 12,17-21), rompiendo de este modo la cadena de la injusticia»[6]. Más fuerte que la violencia 4. Muchas veces la no violencia se entiende como rendición, desinterés y pasividad, pero en realidad no es así. Cuando la Madre Teresa recibió el premio Nobel de la Paz, en 1979, declaró claramente su mensaje de la no violencia activa: «En nuestras familias no tenemos necesidad de bombas y armas, de destruir para traer la paz, sino de vivir unidos, amándonos unos a otros […]. Y entonces seremos capaces de superar todo el mal que hay en el mundo»[7]. Porque la fuerza de las armas es engañosa. «Mientras los traficantes de armas hacen su trabajo, hay pobres constructores de paz que dan la vida sólo por ayudar a una persona, a otra, a otra»; para estos constructores de la paz, Madre Teresa es «un símbolo, un icono de nuestros tiempos»[8]. En el pasado mes de septiembre tuve la gran alegría de proclamarla santa. He elogiado su disponibilidad hacia todos por medio de «la acogida y la defensa de la vida humana, tanto de la no nacida como de la abandonada y descartada […]. Se ha inclinado sobre las personas desfallecidas, que mueren abandonadas al borde de las calles, reconociendo la dignidad que Dios les había dado; ha hecho sentir su voz a los poderosos de la tierra, para que reconocieran sus culpas ante los crímenes —¡ante los crímenes!— de la pobreza creada por ellos mismos»[9]. Como respuesta —y en esto representa a miles, más aún, a millones de personas—, su misión es salir al encuentro de las víctimas con generosidad y dedicación, tocando y vendando los cuerpos heridos, curando las vidas rotas. La no violencia practicada con decisión y coherencia ha producido resultados impresionantes. No se olvidarán nunca los éxitos obtenidos por Mahatma Gandhi y Khan Abdul Ghaffar Khan en la liberación de la India, y de Martin Luther King Jr. contra la discriminación racial. En especial, las mujeres son frecuentemente líderes de la no violencia, como, por ejemplo, Leymah Gbowee y miles de mujeres liberianas, que han organizado encuentros de oración y protesta no violenta (pray-ins), obteniendo negociaciones de alto nivel para la conclusión de la segunda guerra civil en Liberia. No podemos olvidar el decenio crucial que se concluyó con la caída de los regímenes comunistas en Europa. Las comunidades cristianas han contribuido con su oración insistente y su acción valiente. Ha tenido una influencia especial el ministerio y el magisterio de san Juan Pablo II. En la encíclica Centesimus annus (1991), mi predecesor, reflexionando sobre los sucesos de 1989, puso en evidencia que un cambio crucial en la vida de los pueblos, de las naciones y de los estados se realiza «a través de una lucha pacífica, que emplea solamente las armas de la verdad y de la justicia»[10]. Este itinerario de transición política hacia la paz ha sido posible, en parte, «por el compromiso no violento de hombres que, resistiéndose siempre a ceder al poder de la fuerza, han sabido encontrar, una y otra vez, formas eficaces para dar testimonio de la verdad». Y concluía: «Ojalá los hombres aprendan a luchar por la justicia sin violencia, renunciando a la lucha de clases en las controversias internas, así como a la guerra en las internacionales»[11]. La Iglesia se ha comprometido en el desarrollo de estrategias no violentas para la promoción de la paz en muchos países, implicando incluso a los actores más violentos en un mayor esfuerzo para construir una paz justa y duradera. Este compromiso en favor de las víctimas de la injusticia y de la violencia no es un patrimonio exclusivo de la Iglesia Católica, sino que es propio de muchas tradiciones religiosas, para las que «la compasión y la no violencia son esenciales e indican el camino de la vida»[12]. Lo reafirmo con fuerza: «Ninguna religión es terrorista»[13]. La violencia es una profanación del nombre de Dios[14]. No nos cansemos nunca de repetirlo: «Nunca se puede usar el nombre de Dios para justificar la violencia. Sólo la paz es santa. Sólo la paz es santa, no la guerra»[15]. La raíz doméstica de una política no violenta 5. Si el origen del que brota la violencia está en el corazón de los hombres, entonces es fundamental recorrer el sendero de la no violencia en primer lugar en el seno de la familia. Es parte de aquella alegría que presenté, en marzo pasado, en la Exhortación apostólica Amoris laetitia, como conclusión de los dos años de reflexión de la Iglesia sobre el matrimonio y la familia. La familia es el espacio indispensable en el que los cónyuges, padres e hijos, hermanos y hermanas aprenden a comunicarse y a cuidarse unos a otros de modo desinteresado, y donde los desacuerdos o incluso los conflictos deben ser superados no con la fuerza, sino con el diálogo, el respeto, la búsqueda del bien del otro, la misericordia y el perdón[16]. Desde el seno de la familia, la alegría se propaga al mundo y se irradia a toda la sociedad[17]. Por otra parte, una ética de fraternidad y de coexistencia pacífica entre las personas y entre los pueblos no puede basarse sobre la lógica del miedo, de la violencia y de la cerrazón, sino sobre la responsabilidad, el respeto y el diálogo sincero. En este sentido, hago un llamamiento a favor del desarme, como también de la prohibición y abolición de las armas nucleares: la disuasión nuclear y la amenaza cierta de la destrucción recíproca, no pueden servir de base a este tipo de ética[18]. Con la misma urgencia suplico que se detenga la violencia doméstica y los abusos a mujeres y niños. El Jubileo de la Misericordia, concluido el pasado mes de noviembre, nos ha invitado a mirar dentro de nuestro corazón y a dejar que entre en él la misericordia de Dios. El año jubilar nos ha hecho tomar conciencia del gran número y variedad de personas y de grupos sociales que son tratados con indiferencia, que son víctimas de injusticia y sufren violencia. Ellos forman parte de nuestra «familia», son nuestros hermanos y hermanas. Por esto, las políticas de no violencia deben comenzar dentro de los muros de casa para después extenderse a toda la familia humana. «El ejemplo de santa Teresa de Lisieux nos invita a la práctica del pequeño camino del amor, a no perder la oportunidad de una palabra amable, de una sonrisa, de cualquier pequeño gesto que siembre paz y amistad. Una ecología integral también está hecha de simples gestos cotidianos donde rompemos la lógica de la violencia, del aprovechamiento, del egoísmo»[19]. Mi llamamiento 6. La construcción de la paz mediante la no violencia activa es un elemento necesario y coherente del continuo esfuerzo de la Iglesia para limitar el uso de la fuerza por medio de las normas morales, a través de su participación en las instituciones internacionales y gracias también a la aportación competente de tantos cristianos en la elaboración de normativas a todos los niveles. Jesús mismo nos ofrece un «manual» de esta estrategia de construcción de la paz en el así llamado Discurso de la montaña. Las ocho bienaventuranzas (cf. Mt 5,3-10) trazan el perfil de la persona que podemos definir bienaventurada, buena y auténtica. Bienaventurados los mansos —dice Jesús—, los misericordiosos, los que trabajan por la paz, y los puros de corazón, los que tienen hambre y sed de la justicia. Esto es también un programa y un desafío para los líderes políticos y religiosos, para los responsables de las instituciones internacionales y los dirigentes de las empresas y de los medios de comunicación de todo el mundo: aplicar las bienaventuranzas en el desempeño de sus propias responsabilidades. Es el desafío de construir la sociedad, la comunidad o la empresa, de la que son responsables, con el estilo de los trabajadores por la paz; de dar muestras de misericordia, rechazando descartar a las personas, dañar el ambiente y querer vencer a cualquier precio. Esto exige estar dispuestos a «aceptar sufrir el conflicto, resolverlo y transformarlo en el eslabón de un nuevo proceso»[20]. Trabajar de este modo significa elegir la solidaridad como estilo para realizar la historia y construir la amistad social. La no violencia activa es una manera de mostrar verdaderamente cómo, de verdad, la unidad es más importante y fecunda que el conflicto. Todo en el mundo está íntimamente interconectado[21]. Puede suceder que las diferencias generen choques: afrontémoslos de forma constructiva y no violenta, de manera que «las tensiones y los opuestos [puedan] alcanzar una unidad pluriforme que engendra nueva vida», conservando «las virtualidades valiosas de las polaridades en pugna»[22]. La Iglesia Católica acompañará todo tentativo de construcción de la paz también con la no violencia activa y creativa. El 1 de enero de 2017 comenzará su andadura el nuevo Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, que ayudará a la Iglesia a promover, con creciente eficacia, «los inconmensurables bienes de la justicia, la paz y la protección de la creación» y de la solicitud hacia los emigrantes, «los necesitados, los enfermos y los excluidos, los marginados y las víctimas de los conflictos armados y de las catástrofes naturales, los encarcelados, los desempleados y las víctimas de cualquier forma de esclavitud y de tortura»[23]. En conclusión 7. Como es tradición, firmo este Mensaje el 8 de diciembre, fiesta de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María. María es Reina de la Paz. En el Nacimiento de su Hijo, los ángeles glorificaban a Dios deseando paz en la tierra a los hombres y mujeres de buena voluntad (cf. Lc 2,14). Pidamos a la Virgen que sea ella quien nos guíe. «Todos deseamos la paz; muchas personas la construyen cada día con pequeños gestos; muchos sufren y soportan pacientemente la fatiga de intentar edificarla»[24]. En el 2017, comprometámonos con nuestra oración y acción a ser personas que aparten de su corazón, de sus palabras y de sus gestos la violencia, y a construir comunidades no violentas, que cuiden de la casa común. «Nada es imposible si nos dirigimos a Dios con nuestra oración. Todos podemos ser artesanos de la paz»[25]. Vaticano, 8 de diciembre de 2016 Francisco

En el umbral del año la liturgia nos presenta a María como Madre y con un gran talante de interioridad: meditaba los acontecimientos desde la fe y en la perspectiva de la historia de la salvación. María rumiaba asiduamente el plan de Dios, consciente de que la obediencia creyente es una tarea diaria. Esta estampa de María constituye una sugerente invitación a vivir el año con una fuerte dosis de interioridad...

COMENTARIO: Este día nos da pie para destacar una pluralidad de mensajes, según atendamos a motivos litúrgicos o sociales. En el umbral del año la liturgia nos presenta a María como Madre y con un gran talante de interioridad: meditaba los acontecimientos desde la fe y en la perspectiva de la historia de la salvación. María rumiaba asiduamente el plan de Dios, consciente de que la obediencia creyente es una tarea diaria. Esta estampa de María constituye una sugerente invitación a vivir el año con una fuerte dosis de interioridad. Cada nuevo año es un don: ¡Agradécelo! No es cuestión de llenar la vida de años, sino de llenar los años de vida. En este sentido cada año es un reto: es nuevo y distinto. ¿Lo valoramos así? Descubre la sorpresa de cada día e interprétalo como un tiempo de gracia. Las instituciones promueven en este día el valor de la paz. Socialmente se invita a vivir todo el año en la tónica de la paz, del equilibrio, de una convivencia en armonía. Nosotros recordamos aquella bienaventuranza: "dichosos los que trabajan por la paz". Y la ampliamos con estas otras: — Dichosos los que viven en paz consigo mismos y con Dios. — Dichosos los que construyen la paz en la familia. — Dichosos los que siembran la paz entre los vecinos. — Dichosos los que no se crean enemigos. — Dichosos los apóstoles de la no-violencia. — Dichosos los que saben perdonar y aceptan el perdón. — Dichosos los que piensan que siempre es posible el diálogo. — Dichosos los que saben comprender y tienen hambre de paz. P.Octavio