domingo, 1 de abril de 2018

Domingo de Pascua de la Resurrección del SeñLa experiencia de la resurrección es la experiencia cristiana más sobresaliente. Nuestra fe está vacía, sin fundamento ni contenido sólido, si no hemos sido impactados religiosamente por la resurrección de Jesús. La verdad de la resurrección es la raíz de la fe cristiana y del plan salvador de Dios...or -

COMENTARIO: La experiencia de la resurrección es la experiencia cristiana más sobresaliente. Nuestra fe está vacía, sin fundamento ni contenido sólido, si no hemos sido impactados religiosamente por la resurrección de Jesús. La verdad de la resurrección es la raíz de la fe cristiana y del plan salvador de Dios. Ésta es la gran experiencia creyente que comenzamos a celebrar singularmente a lo largo de este tiempo de Pascua: Sentimos que Jesús vive. Dios Padre lo ha arrebatado a la muerte y lo ha colocado con sano orgullo a su derecha como Señor. Los creyentes tenemos esta convicción: El sueño de Dios se ha cumplido en Jesús. La muerte no quiebra nuestro destino. Pero la comunión con Él nos lleva a vivir con altura de miras, con aspiraciones, buscando los bienes de arriba, es decir, los que levantan la dignidad y mejoran los ambientes. Nuestra Comunidad ha de valorar que arriesgando la vida por amor, como Jesús, se alcanza la resurrección y la bienaventuranza que deseamos. La fe no engaña, no induce a la frustración. Sentimos personalmente que Jesús está en la Comunidad como el alma en el cuerpo. Esta experiencia de la resurrección es esencial y decisiva: proporciona un gran sentido a la vida, ayuda a leer con agudeza los acontecimientos, a desenmascarar los contravalores y a embarcarse en la misión comprometida de levantar los ámbitos más caídos de la sociedad. Dios espera encontrar en nosotros la iniciativa y el empeño que encontró en Jesús. Muchos cristianos dan ejemplo: atienden a los últimos, cuidan a los más desfavorecidos, acompañan y curan a enfermos, disminuidos, terminales... Hemos de aprender del ejemplo de Jesús y de tantos creyentes que trabajan comprometidos porque les empuja la energía pascual. Actualmente nosotros somos los encargados de comunicar la verdad de Jesús y la potencia de su resurrección. Hemos de saber decir con hechos y con palabras que Jesús es el cimiento de la nueva historia, la piedra angular del nuevo edificio social. P.Hidalgo.

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